En este DIARIO contamos cómo fueron nuestras dos semanas en IRÁN por libre, un viaje que surgió contra todo pronóstico. Y es que no era nuestro principal destino en mente, pero unos vuelos con un precio imbatible y lo que hemos oído de su gente, hacen que en abril de 2019 compremos ya los vuelos para viajar en octubre. También hemos escrito Qué ver en IRÁN: TOP 10 de la antigua PERSIA para facilitarte las cosas si piensas ir.
Lo que más nos “inquietaba”, sobre todo a Saioa, era la ropa. Pañuelo en todo momento, ropa un poco floja, sin enseñar codos, sobre todo en pueblos o ciudades no tan turísticas… un poco molesto. A pesar de todo lo que los medios nos cuentan aquí de este país, el conocerlo de primera mano hace que veas las cosas como realmente son y no como quieren que las veas. Gente amable, sonriente, que te ayuda en todo momento además de comida rica, muy rica.
Viajamos del 20 de Octubre al 02 de Noviembre del 2019, con calor incluso en esta época del año, sobre todo en el Sur. En el Norte, un poco más fresco, sobre todo a primera hora del día. Sólo hemos echado en falta en una ocasión algo más de abrigo que la sudadera.
En este viaje por Irán nos gastamos cada uno un total de 690 euros, 198 € en vuelos desde Madrid a Irán y 38 euros en el vuelo interno de Teherán a Shiraz. Aproximadamente 40 € en alojamientos ya que varias noches las hemos hecho en bus nocturno, y dos las pasamos haciendo Couchsurfing para un total de 15 días en Irán.
Salimos de Bilbao con inquietud por llegar a Irán, viajar por este misterioso país y ver que pasaba con los visados. Hicimos ese recorrido y Saioa escribió este DIARIO durante las dos semanas que pasamos en IRÁN por libre:
DÍA 1: CONTROL DE VISADOS Y SERJ TANKIAN EN IRÁN
Llegamos a Madrid antes de lo que pensábamos, pasamos controles, y nos sentamos a esperar junto a un enchufe. Unos 20 minutos antes de la hora de salida nos ponemos a la cola, aunque el vuelo está retrasado. Un rato después, nos llaman por megafonía. Es control de pasaporte y visado por el destino, ya que sólo se puede estar 14 días. Aunque dudan un poco sobre si está todo correcto, ya que no llevamos visado, al decirles que se hace visado al llegar a destino nos dejan comenzar el viaje. El embarque rápido.
Volamos con Pegasus, el avión como un Ryanair, poco espacio entre asientos. Se ve una puesta de sol preciosa desde el avión, con un color rojo fuerte. El aeropuerto de Estambul es bastante grande, con muchos puestos de comida rápida. Con el estómago lleno, vamos a la puerta de embarque, y aprovechamos a enchufar los móviles.
Hay dos sillones de masaje que quién los pillase… ¡se pone un asiático y le mueve todo! Poco tiempo antes del embarque, las chicas empiezan a sacar sus pañuelos y dejarlos a mano. Una media hora antes de llegar la chica que está sentada en pasillo empieza a maquillarse y se pone el pañuelo. Al aterrizar, todas nos tenemos que poner ya el pañuelo.
LLEGADA A TEHERÁN, CONTROL DE VISADOS Y «SERJ TANKIAN»
Salimos y a la oficina de visas, lo tienen todo muy bien organizado. Primero pasas por la ventanilla del seguro, 14 eur por persona. Luego el pasillo te encamina directamente a los mostradores de visados, donde entregas tu pasaporte y la e-visa si la tienes, y si no la tienes rellenas un papel. Pasas por una ventanilla a pagar el visado, 75 eur por persona más 2 usd de la emisión, y a esperar.
Con el mío ningún problema, pero a Katz le cuesta más… le preguntan si ha estado en Israel. Hay gente que lleva 4 horas aquí esperando. Algo más de dos horas después salimos, primer susto porque Morteza no está esperándonos, un chico nos hace el favor de llamarle y enseguida viene. Se parece mucho a Serj Tankian 😄
Nos acompaña al primer piso a cambiar dinero, dice que el cambio es bueno, cambiamos 100 eur… ¡y nos dan un fajazo de billetes! En la planta de abajo compramos 2 Sim en Irancell. Y al coche, donde nos va explicando un poco las costumbres. Nos deja en el aeropuerto de vuelos nacionales, donde entramos hombres y mujeres por puertas separadas. Entramos en la zona de embarque, y yo también voy por otro sitio.
VUELO INTERNO A SHIRAZ
Me quedo sopa sin despegar, y Katz también. Me despierta porque dan desayuno gratis. Muy curiosa la mermelada de zanahoria. Desde el avión vemos el Pink Lake, muy chulo. Aterrizamos, y salimos a coger un taxi. Hay que ir a una caseta y allí dar la dirección, luego vas con el taxista hasta su coche.
Nuestro taxista se llama Mehdi, nos da su contacto contándonos las cosas que podemos ver desde Shiraz. De momento le decimos que no nos interesa, ya que en principio mañana iremos a Persépolis con el hermano de una chica de Couchsurfing. No sabe muy bien dónde está el hostel que tenemos reservado, así que dejamos el coche lo más cerca posible y andamos un poco preguntando hasta que llegamos. Es bastante bonito.
Son las 10 de la mañana, nos echamos un rato para recuperarnos. A las 14 nos levantamos, salimos y hace calor, llueve un poco a ratos. Nos perdemos entre calles, un señor muy majo nos indica por dónde ir, pero no le entendemos nada. Vamos a dar a una mezquita, la primera del viaje, así que entramos. Es la Mezquita Shrine of Syed Taj ad Din Ghareeb.
PRIMERAS IMPRESIONES DE IRÁN CON SHARMIN, NUESTRA GUÍA DE COUCHSURFING
A mi me ponen una sábana que me cubre entera y entro a la izquierda, está bonito pero todo de ladrillo y no llama especialmente la atención. Sale una chica de un recoveco, y me pregunta si soy turista. Me dice que vaya con ella. Le dice al chico de la entrada que soy turista, y me mete en la zona de los hombres. ¡Espectacular el sitio! Todo de cristales donde se refleja la luz. Una pena que las mujeres de aquí no puedan ver esto…
Salimos e intentamos ir hacia el centro, ahora lo conseguimos. Por el camino vemos varias mezquitas. La Mezquita Bi Bi Dokhtaran, austera pero chula por fuera, la veremos varias veces al día en nuestra estancia en Shiraz. Todo nos llama la atención, empezamos a aprender los números en árabe otra vez, que nos van a venir genial estas dos semanas.
Un montón de tiendas y olores nos reciben. Compramos agua y probamos alguna cosa que vemos… ¡Los mostradores de las panaderías son tremendos! Luego vamos a donde la chica que hemos conocido por couchsurfing, Sharmin. Muy muy maja, con una personalidad dinámica, emprendedora, y revolucionaria.
HORA DE CENAR Y DESCANSAR
Vamos con ella dando un paseo y charlando hasta el Bazar. A estas horas, ya oscurecido, seguimos encontrándonos con mucha gente paseando y tomando tés. Shiraz es una ciudad con mucha vida. Después del paseo, ¡a cenar! Nos lleva a un sitio de comida rápida que ella conoce y dice que está rico.
4 sandwich y 1 botella de Doogh, que es yogurt con agua y menta, todo unos 2 euros al cambio. Le pedimos que nos llame a un taxi, a lo que nos comenta que hay dos aplicaciones tipo Uber para taxis.
Me anoto una de ellas, que aún no lo sabemos pero nos salvará de muchos regateos y tiempo perdido, ya que la gente habla persa y nosotros inglés, difícil entendernos. A la cama directos, con la alarma a las 6:10, que mañana madrugamos para ir a Persépolis.
DÍA 2: PERSÉPOLIS Y NECRÓPOLIS NAQSH I-RUSTAM
Nos levantamos con la alarma, y para las 06.30 estamos fuera con Farshad y un chico que está alojado en su casa. Nos lleva a una panadería que vimos ayer junto a nuestro hotel, donde hacen pan a la piedra. Compra pan y ash, un guiso de verduras al curry, para desayunar. Montamos en el coche y… ¡próximo destino, Persépolis!
Es más grande de lo que imaginaba, una pena que esté tan destruido. La Puerta de las Naciones es enorme, cuesta imaginar lo que fue esto, pero tuvo que ser una construcción colosal. Cuando pasamos por la tienda de recuerdos y Farshad nos enseña un libro informativo de Persépolis, donde se ve en imágenes cómo era, alucinamos. Sólo hay una única representación de la mujer en todo el complejo.
Subimos a unas tumbas excavadas en la roca, y en la segunda me dice que por el momento me puedo quitar la chaqueta, que aquí no hay policía… ¡qué respiro! La panorámica de todo el complejo de Persépolis desde las tumbas espectacular. Salimos tranquilamente, aún hay poca gente, aunque cada vez entra más… ¡con el calor que hace ya!
NECRÓPOLIS NAQSH I-RUSTAM Y JARDINES ERAM
De aquí a la Necrópolis Naqsh-e Rostam, casi no hay gente. Hay cuatro tumbas reales aqueménidas rupestres, cruciformes y con bajorrelieves, y se cree que pertencen a Darío I, Jerjes I, Artajerjes I y Darío II. Farshad nos explica un poco a quién pertenecen estas tumbas, y el monumento zoroastra. Nos da 15 minutillos libres, más que couchsurfng es un tour en toda regla, se nota que lo hace a menudo.
Son las 11.30 de la mañana aún cuando volvemos al coche y cogemos la carretera de vuelta a Shiraz. Farshad le deja al chico holandés en el centro, y nosotros le pedimos que nos deje en los Jardines de Eram, que Katz ha visto que recomiendan en TripAdvisor. Eram es la versión persa de la palabra árabe Iram, que significa “cielo” en el Corán, el jardín recibió su nombre por su belleza y atractivo estético…
Totalmente prescindible. De ahí vamos andando a comer al sitio donde cenamos ayer, es una buena pateada y se notan ya los pies cansados. Eso sí, el paseo muy agradable viendo zonas por las que aún no habíamos pasado y repitiendo otras. El descubrimiento del viaje es la hamburguesa de kuku… ¡Riquísima!
CIUDADELA Y PASEO EN TANDEM POR SHIRAZ
Nos sentamos junto a la Ciudadela un rato a descansar. Es curiosa una torre de las torres que permanece torcida desde un terremoto. Estamos tranquilos, ahí sentados al sol descansando, hasta que Katz ve un sitio de alquiler de bicis. Nos alquilamos un tándem durante una hora, durante la cual vamos al hotel a recoger una cosilla y ¡acabamos dentro del Bazar!
Después probamos el helado frito, que está bueno aunque no como el de Vietnam. Y nos ponemos a andar hacia la última visita del día, de camino vemos una Mezquita muy chula por fuera, no entramos, estamos ya demasiado cansados. Llegamos a la Tumba de Hafez, aunque al final tampoco entramos (entrada 200.000), no llama mucho la atención desde fuera.
Volvemos andando hasta el hotel y caemos redondos, pero recordando las vistas de Persépolis.
DÍA 3: MEZQUITA ROSA, CASTILLOS Y CAÑÓN HAYGHAR EN SHIRAZ
Madrugamos todo lo que podemos, a las 07.50 estamos ya en la Pink Mosque o Nasir ol Molk… la Mezquita Rosa, que cuesta 300.000 rials. Está hasta arriba de gente, un poco decepción, aunque mejora un rato después cuando la gente se empieza a distribuir. La verdad es que es muy bonita, merece la pena la visita a pesar de la cantidad de gente. Rápido al hotel, antes de entrar pasamos por la panadería y compramos un pan y un bol de ash por 40.000 rials… ¡35 céntimos!!
Nos sentamos a desayunar en el hotel, y salimos a la hora acordada. Finalmente hoy pasaremos el día con el taxista que nos trajo del aeropuerto el otro día. Nos hemos puesto en contacto con él y nos ha dado buen precio para una excursión de día completo visitando sitios poco turísticos fuera de Shiraz.
Antes de nada, Mehdi nos lleva a la estación de buses a comprar los billetes para esta noche. 2 tickets en bus VIP que sale a las 21.30 nos cuestan 600.000 rials… ¡veremos cómo está!
Y ahora sí, nos ponemos en marcha a un cañón poco visitado… Vamos hablando con Medhi en el coche y es muy majete, su contacto a través de instagram @persiaexplore. Las vistas son increíbles. ¡Menudas montañas!
CASTILLO DOKTHAR Y CAÑÓN HAYGHAR EN SHIRAZ
Para el coche y nos dice que hemos llegado a la primera parada: un Palacio de hace 2.000 años… el Castillo Qaleh Dokhtar o Firoozabad Daughter, en el Valle Hayghar, ¡al cual hay que subir por unas cuantas escaleras! Está en lo alto de un monte, nos explica que para controlar si se acercaban enemigos. También nos cuenta que tuvo la primera cúpula del mundo…
El Ardeshir Papakan es nuestra segunda parada de hoy, a poco más de 10 minutos en coche de la anterior. Es un palacio interesante, y el precio de la entrada solo son 300.000 rials (2,5 euros). Además junto a la entrada hay tiendas de comida, bebida y recuerdos. Ya lo he dicho, ¡pero menudos paisajes tenemos durante este recorrido en coche! Próxima parada: un cañón… ¡pero qué cañón!
Estamos en el Valle Hayghar, aunque parece que estamos en Estados Unidos en el Gran Cañón. Increíble, alucinante, maravilloso, ¡impresionante! ¡Una pasada de bonito! Nos recuerda un poco a Lesotho. Vuelta hacia Shiraz, las vistas de esta carretera es que son flipantes. Hacemos alguna parada también a la vuelta, sólo para admirar este pasisaje.
Nos lleva a ver el Pink Lake, pero ya está muy oscuro y no se aprecia bien… Siguiente parada una mezquita, pero no la famosa que teníamos apuntada para ver, sino otra que él conoce que dice que es parecida, porque explica que en la famosa no nos dejan entrar… así que nos lleva a la que él dice.
REGRESO A SHIRAZ Y FIN DE TOUR CON MEHDI
La Mezquita es la que vimos anoche por fuera. Se trata de la Mezquita Mausoleo de Ali Ibn Hamza. Lo primero vamos al baño, donde dos chicas me preguntan que de dónde soy, qué edad tengo, si creo en algo… las preguntas van encaminadas a la religión, una pena porque son muy jóvenes y van con el tent Negro.
La mezquita por dentro una pasada, de cristales. Y la cúpula iluminada vista desde el patio preciosa también. De aquí a comer, nos lleva a una franquicia de comida rápida, muy rico, pero hubiésemos preferido algo más local. Nos lleva de vuelta al hotel a recoger las mochilas, y de ahí a la estación de bus. Preguntamos a un chico y nos dice cuál es nuestro andén… hemos debido de topar con el único chico poco agradable de Shiraz.
NOCHE EN BUS VIP HASTA KERMÁN
Cuando viene el bus se nos cae el alma a los pies, es normal y no VIP como pensábamos para pasar una noche decente. Pregunto a un chico y me dice que sí es ese, y se descojona. Katz dice que no puede ser y le vuelve a preguntar, con la misma respuesta. Nos vamos a montar y el señor que revisa los billetes nos dice que no es ese, que es el siguiente bus que parará en este mismo andén. Este bus es el de las 9, va con retraso.
Así que un poco más esperanzados, esperamos… llega, ¡y es VIP! Subimos, hay un montón de espacio en las piernas, aunque justo nuestros asientos no se echan tan para atrás como el resto… además al poco de arrancar, ponen un programa donde salen niños que gritan mucho (Katz dice que tipo la voz kids), difícil dormirse.
Nos reparten una bolsa de zip a cada uno con un zumo pequeño de tetrabrick, un paquete grande de galletas de vainilla o chocolate de toda la vida, y un bollo de chocolate. Al final aunque es bastante cómodo no conseguimos dormir mucho.
DÍA 4: EL DESIERTO DE LUT, EL LUGAR MÁS CALUROSO DEL PLANETA
El amanecer desde el bus es precioso, unos tonos naranjas y rojos alucinantes. Sobre las 6 llegamos a Kerman, y mientras esperamos a que llegue Mohammed, aprovechamos a ir al baño… ¡qué olor! Me vuelven a confundir con iraní. Llega Mohammed, y nos ayuda a comprar el bus VIP de mañana a Yadz, para las 14.30. Vamos con él a su casa, donde nos prepara el desayuno a base de té y kuku.
Luego salimos a visitar la ciudad de Kerman, primero nos lleva a la biblioteca. Luego visitamos el Bazar y al final visitamos la Ciudadela, además de un viewpoint desde donde se ve casi toda la ciudad.
Estamos zombies, así que mientras él hace la cena para esta noche y va a recoger a casa de su ama la comida, nosotros nos echamos una mini siesta. La comida de hoy es arroz con lentejas y carne. Además, nos pone un yogurt con hierbas para acompañar la comida. Cogemos todo para pasar la noche fuera, y salimos. En este recorrido desde Kermán al desierto, Katz le va poniendo música, y es increible verle descubrir grupos como Led Zeppelin, Black Sabbath o Queen… parece que Pink Floyd le ha gustado.
Llegamos al Desierto de Lut, la imagen de los Kaluts impresiona. Mohammed nos dice que a media hora hay un lago que se ha formado por las lluvias, así que nos va a llevar a verlo… un poco más allá no podemos seguir ya que la carretera está cortada y hace falta un 4×4. Así que volvemos atrás y visitamos un caravanserai que hay junto a la carretera.
PRECIOSA NOCHE ESTRELLADA EN EL DESIERTO DE LUT
Unos 5 minutos después, dejamos el coche a un lado de la carretera. Andamos hasta un Kalut al cual nos podemos subir un poco, y desde allí vemos el sol ponerse. Muy muy bonito. Aunque aquí se midió con un satélite de la NASA la temperatura más alta jamás registrada en la superficie de la tierra, el calor era muy tolerable hoy. Nada que ver con los 71º centígrados de aquella medición estelar.
Bajamos y vamos a preguntar a los hostels cercanos. Al final nos quedamos en una en habitación para los tres con baño privado, con alfombras y colchonetas encima. Una vez dejamos las mochilas dentro, salimos con el coche y vamos un poco más allá. A un sitio donde no hay luces, para ver las estrellas. No hay luna, así que se ven muy bien.
Además no hace tanto frío como pensábamos que haría. Si llegamos a saberlo nos venimos en tienda. Volvemos al hotel, y cenamos al aire libre con una buenísima temperatura. Es una sopa de patata, cebolla, hierbas y huevos. Ellos la comen echando trozos de pan a ella y comiendo la masa que queda seca. Recogemos y sobre las 10 nos vamos a dormir, poniendo la alarma a las 04:30 para ir a ver amanecer entre los kaluts.
DÍA 5: AMANECER EN EL DESIERTO DE LUT Y BAM
A las 4.30 nos levantamos, vestimos y recogemos rápido, y al coche. Nos lleva al mismo sitio que ayer, sólo que al otro lado de la carretera. Subimos a un Kalut para ver el amanecer desde ahí, ya hay dos personas con su guía. Las vistas desde aquí espectaculares.
Cuando ya está el sol fuera, arrancamos y desayunamos en el hotel. Dejamos atrás el desierto rumbo a Bam, y qué decir de los paisajes… de los mejores que hemos visto, pero siempre digo lo mismo 😁. Nos encantan las montañas de diferentes formas y colores.
ARG-É BAM, LA CIUDADELA DE BAM
En Bam, directos a la Ciudadela. Desde fuera parece chula, una vez dentro una pena porque están reconstruyéndola por el terremoto del 2005. Parte del recorrido no se puede hacer, y de la parte que se puede hay trozos con andamios. Vuelta al coche, y ahora por una carretera más normal con unas rectas inmensas y sin vistas, volvemos a Kermán.
A mitad de camino Mohammed me avisa para que me ponga el pañuelo y la chaqueta de nuevo, ya que puede haber controles policiales. Llegamos a la estación unos 45 minutos antes de la salida, Katz sube al piso de arriba que parece abandonado. Compra nuestra comida de hoy, un bocata de falafel.
DE KERMÁN A YAZD
El trayecto en bus largo, muy largo. Se supone que eran 4 horas, 5 como mucho, y tardamos casi 7. Katz a ratos entretenido con una familia que viaja detrás, la madre con un chaval de 17 y una niña de 11. El chaval en un momento dado le pasa el tlf a Katz diciendo que es su profesora de inglés, la cual nos da la bienvenida y le hace alguna pregunta sobre qué me parece el uso del velo por parte de las mujeres.
Le pregunta si podemos ir al instituto donde da clase, pero está en Kermán, así que una pena. También durante el viaje control policial, sube un poli y a los extranjeros nos pide el pasaporte. Luego llevan el bus a otro sitio, nos hacen bajar a todos los pasajeros, y meten en el bus y maletero a perros… control antidrogas. Al despedirnos de la familia de atrás, Katz le da la mano al niño, cuando le va a dar a la niña ella le dije que no, que no se puede… tampoco la madre se saca una foto, porque según ellos el padre se enfadaría. Muy triste.
Según llegamos a la estación, pedimos un taxi con la aplicación Snapp taxi, viene un coche increíble, muy nuevo y bueno. Cerca de la dirección que le hemos dado, se empieza a meter por unas callejuelas que voy sufriendo por el coche… ¡son tan estrechas que parece que se lo va a cargar! Al final le decimos que nos deje antes de tiempo, antes de que le haga algo al coche.
BUSCANDO HOTEL POR YAZD
Vamos al primer hostel que habíamos visto por internet, y está cerrado. No nos abren, así que seguimos andando por esa calle, preguntamos en uno y piden 2.000.000 de rials por noche, además sólo tiene disponible la primera noche de las 2 que pensamos quedarnos. Así que vamos a preguntar al Friendly hostel. Nos enseña una habitación y pide también 2.000.000, está genial, pero buscábamos algo más económico. Al final nos ofrece otra habitación de 1.000.000 de rials… La habitación está genial, y el baño también. Así que reservamos 2 noches.
Salimos a dar una vuelta y cenar algo. La calle principal está llena de gente y tiendas, parece muy turística. Katz justo ve una camisa y unos pantalones que le gustan en una tienda cuando están cerrando, lo compra y menos mal porque mañana viernes aquí cierra todo, es como nuestro domingo.
Cuando estamos cenando en un sitio un falafel y un par de platos de berenjena, nos damos cuenta que son casi las 12 de la noche. Así que volvemos dirección al hotel, sacando un par de fotos a la calle. Hablamos un poco con una chica que estaba esperando en un banco sentada con su madre y su hermana a poder practicar inglés con algún extranjero, y a dormir.
DÍA 6: YADZ, ZOROASTRISMO Y SILENCIO
Despertamos perezosos y subimos al desayuno, que nos dicen está en la planta de arriba. La terraza la tienen muy bien, con tienditas para sentarse y relajarse tomando algo… Entramos en la sala de desayuno, hay café o té, kuku, salchichas con patatas, huevos revueltos, mermeladas, mantequilla, queso, sandía, pepinos, uvas, manzanas y yogurt, además de pan.
Nos ponemos hasta arriba. Y después de organizar un rato, salimos a conocer la ciudad. Primero entramos en el Hotel Museo Fahadan, donde se pueden ver unas Torres del Viento y su funcionamiento. Luego, vamos un poco con rumbo fijo pero sin mirar mapa y entramos en Mezquitas que nos vamos encontrando. Primero en la Mezquita Hazireh.
En la siguiente mezquita entro yo sola, Katz está cansado de quitar y poner las zapatillas. Es la Mezquita Shahzade Fazel, con cristales también, muy chula. Pasamos junto a la Plaza del Complejo Amir Chakhmaq y lo rodeamos. Intentamos comprar en una tienda unos pistachos, pero sólo venden al por mayor. Luego vamos andando hasta el Templo del Fuego.
Por el camino una señora sentada a la puerta de su casa se pone a hablarnos y pregunta de dónde somos. Usa las dos palabras que sabe en inglés con todo lo demás en farsí, así que no entendemos mucho… pero está tan ilusionada que hacemos un poco que la entendemos. Compramos un zumo de granada que está riquísimo, y vemos desde fuera el Templo del Fuego.
LAS TORRES DEL SILENCIO EN YAZ
Pedimos un Snapp taxi hasta el Complejo Zoroastra o Dakhmeh-ye Zartoshtiyun. Nos pasamos una hora y media visitándolo, dando vueltas por todo el complejo y subiendo a sus dos torres del silencio. Las torres se utilizaron durante siglos para hacer algo similar a los entierros en el cielo de los Tibetanos. Los cadáveres se dejaban en la fosa de una de las torres para que las aves carroñeras dieran cuenta de ellos.
Después, los huesos y restos se llevaban a la otra torre para su descomposición a manos de la naturaleza. De esta tarea se encargaba en exclusiva el guardián de las torres que vivia allí. Este era respeteado por encargarse de tan ingrata labor, pero también repudiado debido a la exposición continua que tenía a enfermedades y putrefacción.
Según la religión zoroastriana, así se liberaba el alma del cuerpo y han estado en uso hasta finales de los 60 cuando el gobierno iraní impuso el cierre y la modificación del culto. Hay muy buenas vistas de la ciudad desde las Torres del Silencio y merece la pena subir, recorrer el interior y disfrutar de las panorámicas que ofrecen.
Otro Snapp taxi a la estación de buses, le damos algo más de dinero del que indicaba la aplicación (como a todos, nos parece que cobran demasiado poco) y nos regala dos granadas. Antes de entrar vemos un puesto de información y vamos a preguntar por los buses que hacen la ruta a Isfahán. Los dos chicos que justo se iban del puesto de información nos oyen y empezamos a hablar, son dos catalanes muy majetes que venían a subir el Danamavan y lo han tenido que dejar porque no hacía buen tiempo.
CENA CON FAMILIA EN YAZD
El chico de la ofi de información muy majo, nos dice horarios y nos acompaña dentro para comprar los billetes. Primero vamos al mostrador de la compañía que nos interesa, allí hacen una prereserva, y nos dan un papel con el localizador. Vamos al lobby central, a unas máquinas ubicadas en un lateral, y allí hay que comprarlo, aunque sólo se puede con tarjeta. Por eso hay un chico que va pagando con una tarjeta y la gente le da el metálico.
Nos despedimos del chico de la oficina de información, majísimo, nos ha ayudado mucho, y vamos a pedir un Snapp. Al final compartimos el taxi con los catalanes, una vez en el centro ellos van a su hotel y nosotros al nuestro parando a hacer fotos nocturnas de la ciudad y a cenar donde ayer.
Una familia que hay cenando allí nos pide una foto, aunque luego no tienen dirección de mail para poder enviársela. Pasamos por el hotel a coger las sudaderas porque ha refrescado un montón, y seguimos dando una vuelta por el centro.
DÍA 7: DE YAZD A ISFAHÁN Y UNA RICA CENA
Nos levantamos y al desayuno, donde nos encontramos con una pareja madrileña que conocimos en su día en el aeropuerto en el momento visados, Sara y David. Nos dicen que han hecho couchsurfing en Isfahán, nos pasan el contacto del chico (se llama Mehdi) porque nos gustaría hacer couchsurfing, que hasta el momento no hemos tenido suerte. Luego nos damos cuenta de que somos seguidores mutuos de nuestras cuentas en instagram, son @retratosviajeros.
Salimos a intentar cambiar dinero, pero la oficina de cambio está cerrada y el banco nos hace el cambio muy bajo, así que vamos a la tienda del otro día donde Katz se compró ropa, y nos hace él el cambio de 50 eur. Katz aprovecha a comprarse algo más de ropa.
En el hotel pagamos las dos noches, cogemos las mochilas, nos despedimos de Sara y David, y vamos a la casa de cambio por si ha abierto, pero no hay suerte. Otro Snapp a la estación de buses, y vamos cruzando dedos para llegar al bus, ya que vamos muy justos de tiempo.
Nosotros llegamos a tiempo, pero el bus no. Llega unos 45 minutos tarde. Arrancamos, y 5 minutos después se para y la gente se baja. Estamos en el taller de los buses, lo están arreglando… menos mal que al menos es VIP y es comodísimo. El viaje sin más, nos dan un zumo y un bollo. Y se hace largo, muy largo…
EL CAMINO A ISFAHÁN SE HA HECHO LARGO
Llegamos a una parada que nos dicen que ya es Isfahán, pero una chica nos dice que hay otra parada más cercana al centro, así que nos quedamos en el bus. Cuando se detiene en la siguiente parada bajamos. Vamos a la zona de carretera con mejor acceso para los coche, para pedir un Snapp. Nos para un taxista y nos pide 200.000 rials, miramos y en Snapp indica 80.000, así que le decimos que no y seguimos.
Viene el Snapp y montamos, en 15 min estamos ya en la que se supone es la casa de Mehdi de Couchsurfing. Sale a abrirnos la puerta y entramos. Es un chaval joven, 24 años, y la casa está genial. Nuestra cama será un edredón en el suelo. Tenemos hambre, le preguntamos si cerca hay algún puesto de comida y nos dice que vamos a cenar a un restaurante, que ha quedado con unos amigos, así que genial. Pide un Tapsi (otra app como Snap o Uber aquí), y marchamos.
Es un centro comercial con varios bares y restaurantes, llegamos al Leonardo’s Restaurant y nos presenta a los manager, un chico y una chica majetes. Nos traduce la carta, yo pido una hamburguesa de pollo con queso, Katz macarrones con champis. Mehdi una ensalada, y compartimos patatas fritas con salsa de champis y nata. Totalmente recomendable, se llama @cafe.lorenzo.
La comida espectacular, riquísima. Vienen y van amigos suyos, al final la conversación gira en torno a series y películas. Hace fresco, pero hay calefacción. Volvemos a casa y vamos a dormir sobre las 12. La foto pertenece a la cena del día siguiente…
DÍA 8: ISFAHÁN EN UN DÍA
Despertamos pronto y hacemos un poco tiempo para no despertar a Mehdi. Antes de salir se levanta él, nos dice que no nos acompaña, nos veremos a la noche que hemos quedado en hacer una tortilla. Salimos y hace frío, cogemos un Snapp hasta la Catedral Vank, una Catedral Armenia, con museo del genocidio. La Catedral impresiona y algunas pinturas aún más, no dejan un hueco libre. El museo está bien, pero lo que de verdad me asombra es un pelo.
Si, un pelo humano, pone que es de una chica de 18 – 20 años, donde hay escrita una frase que sólo podemos ver con microscopio, fue escrita con diamante. También tienen el libro religioso más pequeño del mundo. Otro Snapp y al centro.
Buscamos algún sitio para comer algo, entramos en un local donde pedimos un expresso y un cappuchino, yo pido un hojaldre con muy buena pinta y Katz un donuts gigante. El hojaldre muy dulce, y relleno como de polvorón y frutos secos.
Ya con la tripa llena, vamos a la Plaza de Naqsh-e Yahán. Es bonita, muy grande, pero con mucha gente. Así que vemos lo que podemos. Primero entramos en la Mezquita del Shah, una pena que su interior está en obras.
DE PASEO POR ISFAHÁN
Luego cruzamos la Plaza hasta el otro extremo, viendo por fuera la Mezquita del Jeque Lutfullah, el Palacio de Ali Qapu, y la Entrada al Gran Bazar. Hay muchísima vida en esta plaza, punto de encuentro de los habitantes de Isfahán. Luego nos metemos en el Bazar vacío, está cerrado por festividad y callejeamos por calles sin gente. Llegamos a la Plaza Imam Ali, grande también, pero con obras.
Buscando un baño, nos metemos sin querer en un restaurante. Seguimos buscando una mezquita que vemos en el mapa, nos metemos en otro Bazar que están abriendo ahora. Después de un rato de vuelta para arriba, vuelta para abajo, nos damos cuenta de que estamos pasando junto a ella pero está cerrada. A todo esto, un chico de un puesto del Bazar nos da a probar gelatina de regaliz y queso. Como ya es la hora de comer, decidimos ir al restaurante al que hemos entrado antes por equivocación.
Están cerrando ya y limpiando, algunos están comiendo, pero les quedan kebab de cordero y pollo. Mientras Katz se queda pidiendo, yo me subo a la calle a esperarle. En estos minutos, un motorista quiere ligar conmigo. Primero me guiña un ojo al pasar, vuelve a pasar de nuevo y me dice algo en persa, pasa por mi lado otra vez y me habla, y le digo en inglés que no entiendo y flipa, pensaba que yo era iraní…
Aún así se queda cerca hasta que Katz sale del restaurante con la comida. Nos vamos a la Plaza a comer en un banco. 2 kebab de cordero, uno de pollo, encurtidos, arroz y pan (2 eur al cambio).
Plaza Naqsh-e Yahán de Isfahán por la noche ⬆.
LOS PUENTES DE ISFAHÁN
Un gatete nos viene a hacer una visita, por si le cae algo. De aquí Snapp a uno de los puentes turísticos, el Puente Khaju. Hay muchísima gente paseando por aquí, y tomando té, o simplemente sentados hablando. Nosotros vamos paseando por la orilla del río hasta el Puente 33 o Si-o-se Pol, y aquí nos sentamos a esperar la puesta de sol.
Katz aprovecha a fumarse una cachimba y otra chica me vuelve a confundir con iraní. Cuando se pone el sol y encienden las luces, volvemos al Puente Khaju por la otra orilla. Cruzamos este también, y otro Snapp a la Plaza de Naqsh-e Yahán para verlo todo iluminado.
Otro Snapp a casa. Mehdi ha invitado a una amiga, cocinamos una tortilla de patata y cenamos viendo un capítulo de Friends, serie de la que Mehdi es fan. Y sobre las 23.30 a dormir, que ha sido día largo y mañana volvemos a la carretera.
DÍA 9: VISITA RÁPIDA EN KASHAN Y ARAN VA BIDGOL
A las 6.30 se despierta Katz, recogemos y nos despedimos de Mehdi. Un Snapp a la estación, donde compramos billetes a Kashan y desayunamos un expresso y un cola cao mientras esperamos al bus que sale a las 8.30. Es un bus VIP, y 2 horas y media después llegamos. En la estación pedimos un Snapp al centro, así conocemos a Mehdi, el taxista.
Quedamos con él en que luego nos lleve a Abyaneh, además nos dice que conoce a alguien con una Suite a buen precio en este pueblo. Nos deja cerca de una mezquita en el centro de Kashan, y vamos a visitar la zona. Nos gusta bastante una Mezquita, la Agha Bozorg, aunque yo me tengo que poner una sábana para visitarla. Después de esta visita a comer, vamos a un restaurante que nos recomendaron Sara y David, que está en plena zona comercial.
Tiendas de comida, agencias de tours, aceites de jazmín… El restaurante muy chulo, sentados como en una mesa con alfombra, es el Restaurante Tradicional Mozaffari.
MEZQUITA DE ARAN VA BIDGOL Y NOCHE EN ABYANEH
Salimos a esperar a Mehdi, visitamos mientras el Santuario Imamzadeh Sultan Amir Ahmad. Antes de ir a Abyaneh vamos a ver una mezquita en el pueblo de al lado, Aran Va Bidgol. La Mezquita Imam Sajad, la más impresionante de las que hemos visto hasta ahora. Allí un señor kurdo le pide a Katz hacerse una foto juntos, para que la enseñase en nuestro país y pudiera decir lo majos que son. Ciertamente era muy amable el señor. Luego directos a Abyaneh con unos paisajes de la leche.
Nos lleva a la Suite que nos ha dicho, y es una habitación básica, con baño iraní… bueno, para una noche tendrá que valer. Por lo menos tiene la calefacción a tope. Salimos y le decimos al dueño de la habitación, Ismael, si es posible ir al Castillo (que nos han dicho y hemos leído que es el sitio con mejores vistas del pueblo), y nos dice que no, que mañana. Una pena, porque queríamos hacer alguna foto nocturna, que para eso hemos venido a hacer noche aquí en lugar de quedarnos en Kashan.
Bueno, también es verdad que no nos hemos entendido mucho con él… sólo dice “líder, líder” y “very good”. Quedamos en madrugar e ir mañana a las 5.30 a ver amanecer y nos dice que a las 6. Pues vale, ¡qué remedio! Nos vamos a dar una vuelta por el pueblo, pero a oscuras y sin conocer es complicado. Así que sin cenar, ya que no hay nada abierto, pronto a la habitación a dormir.
DÍA 10: ABYANEH AL AMANECER
Nos despiertan unos golpes en la puerta, son las 5.20… es el señor, Ismael, para subir al Castillo. Nos vestimos rápido y vamos con él. Es por donde fuimos anoche, pero en lugar de girar a la izquierda como hicimos, es girar a la derecha hacia el monte. Llegamos al final del camino, y nos señala arriba, nos dice por señas que subamos, él se vuelve.
Así que subimos hasta el Castillo, y esperamos al amanecer y un rato más pasando frío. Cuando ya está el sol fuera y hemos hecho un montón de fotos volvemos a la habitación. Por el camino de regreso al pueblo empiezan a salir los pastores. Al rato Ismael viene a preguntarnos si queremos desayunar y nos lleva a su casa, donde sentados en el suelo con un mantel de plástico tomamos un té, y pan con un poco queso.
Después vamos a vaguear un poco a la habitación hasta que caliente, que hace frío y en la habitación se está bien. Cuando calienta un poco, salimos de la habitación y vamos a una de las tiendas cercanas, donde venden ash y Katz toma un poco para desayunar y coger fuerzas para el día.
Volvemos al Castillo, a ver Abyaneh ahora a plena luz del día. Seguimos estando solos, poca gente sube hasta aquí para ver la panorámica del pueblo. Volvemos hacia el centro, por donde damos una vuelta y entramos en una mezquita que tiene un cartel con un guerrillero disparando un bazooka. A estas horas está ya a tope de gente, sabíamos que era un punto turístico pero no tanto.
DE KASHAN A SARÍ
Vemos un bar con bocatas, y nos ponemos morados. Volvemos a la habitación, nos despedimos de Ismael “líder, líder”. Viene Mehdi a recogernos a la hora que quedamos ayer.
Y directos a la estación de bus de Kashan. Los paisajes, hoy que es de día aún al salir de Abyaneh, impresionantes. Llegamos sobre las 17 y nuestro bus sale en media hora, así que vamos rápido al mostrador de la compañía a pagar los billetes, que reservamos ayer pero no dejamos pagados. Montamos en el bus VIP, dirección Sarí.
Nos han dicho que llegará sobre las 5.30, aunque pensamos que llegaremos sobre las 7 u 8, viendo cómo nos ha ido estos días. El viaje regular, la tele a tope, rodeados de niños gritando… Eso sí, el espacio de estos autobuses VIP inmejorable.
DÍA 11: A BADAB-E SURT CON UN VETERANO DE LA GUERRA CON IRAK
Y a las 2.30 me avisa el chico del bus que hemos llegado a Sarí. Despierto a Katz y bajamos rápido. No estamos en la estación, sino que nos ha dejado en plena calle en el centro de la ciudad. A las 2:30 de la mañana, sin apenas haber pegado ojo y muy desorientados. Rodeados de taxistas preguntando dónde vamos, nosotros pensando qué hacer… porque nuestra idea era llegar sobre las 7 a la ciudad, y de ahí esperar porque a las 8 salía un bus a Orost…
Ahora tendríamos que esperar más de 5 horas al bus… así que al final negociamos el precio de la ida con un taxista (o eso creemos, aunque luego el coche no es un taxi) y según estamos haciendo la ida, negociamos la vuelta también con él. Nos entendemos casi por señas y con el traductor del móvil. Nos cuenta, entre otras cosas, que combatió en la guerra de Irán con Irak y nos enseña algunas cicatrices mientras esquiva un zorro que pretende cruzar la carretera.
Él, que se parece a Jean Reno, conduce fatal, da cabezadas y parece que nos la vamos a pegar en cualquier momento. Intentamos no mirar la carretera, que además es bastante mala con muchas curvas. En un momento dado Katz le pide que pare, le intenta explicar que vamos con mucho temor porque hemos perdido a familiares en la carretera y le invita a echar una cabezada. Parece que surte efecto y tras el descanso mejora, aunque insiste que ha conducido en la guerra con Irak y que lo tiene todo controlado.
BADAB-E SURT PARA NOSOTROS SOLOS
Hace fresco, el coche llega a marcar 6 grados. Por lo que habíamos leído, desde el pueblo había que contratar un tractor para llegar a las terrazas de Badab-e Surt, pero el taxista se mete por unos caminos sin asfaltar y cuando para nos dice que, o bien podemos ir andando por un camino, o sino esperar a que llegue la gente para ir con tractor por otro.
Miramos el Maps.me y vemos que marca 45 minutos andando, así que nos abrigamos todo lo que podemos, y yo con la chaqueta que me deja el taxista, empezamos a andar. Seguimos unas marcas que hay por el camino y disfrutamos de las vistas en la subida. Al final cogemos un atajo y en media hora o algo menos estamos. Al principio un poco decepción, porque vemos unas terrazas secas.
Pero según las vamos rodeando empieza a mejorar la imagen, y ya cuando damos al otro lado de las terrazas, las vistas son preciosas. ¡Reto conseguido! Hemos llegado, contra el pronóstico de algunos… y es que Mehdi, el chico de couchsurfing de Isfahán, nos dijo que era imposible que llegasemos aquí.
Solos en este sitio tan chulo. Vemos salir el sol, las primeras luces del día reflejan en las pozas, haciendo que cambien su color. Espectacular desde arriba y desde abajo. Al irnos, vemos los manantiales de donde sale el agua, los colores rojo sangre y las burbujas del calor llaman la atención. Y ya bajamos al coche por el mismo camino de la subida. El taxista está dormido. Le despertamos y empezamos la vuelta.
DE SARÍ A BABOLSAR EN EL MAR CASPIO
De día el paisaje es alucinante, pero da más miedo aún la forma de conducir. En uno de los adelantamientos Katz incluso le echa mano del volante pensando que nos la pegamos. Aunque la verdad es que dentro del caos, y de lo mal que conducen, parece que se entienden… Le pedimos que nos deje en algún restaurante o bar para comer algo en Sarí, y nos despedimos de él.
Comemos salchichas con tomate y huevos revueltos. Y de aquí pedimos un Snapp para ir a Babolsar, es una hora de trayecto. Nos coge un chico joven que es de allí, y nos deja directamente en la zona de hoteles. Hay un montón de chicos ofreciendo alojamiento, uno de ellos se nos acerca y nos lleva a ver un motel. Intentamos decir que queremos baño occidental, pero no nos hacemos entender y nos enseñan otra habitación igual.
Buscamos una foto de un inodoro y les enseñamos, entonces ellos le enseñan a Katz una foto de una silla con una tapa de váter para poner encima del agujero 🙃. Seguimos buscando…
SÓLO QUEREMOS UN HOTEL CON BAÑO
Intentamos ver con Google Maps si hay algún hotel cercano, preguntamos a una chica que nos ayuda preguntando a un señor de una tienda, y nos dan un par de nombres. Uno de ellos está cerca, así que vamos hacia él… el hotel Mishka. Está bastante bien, así que nos quedamos. Un poco demasiado rosa, pero limpio 😉.
Empieza a llover un montón, aprovechamos a ducharnos, y salimos cuando parece que para un poco. Bajamos a la playa, aunque llueve está llena de gente. ¡Pero qué malo hace! Buscamos un sitio que Katz ha visto antes para cenar.
Hay dos chicos comiendo que son de Irak… y choca cuando lo oyes la verdad. La cena riquísima, Katz coge arroz con pollo, y yo un plato de berenjena con huevos revueltos, al final pedimos otro igual para compartir. Y sigue lloviendo, estamos cansados… al hotel y pronto a dormir.
DÍA 12: AMOL Y EL DAMAVAND DESDE EL BUS
Despertamos, Katz ha dormido 9 horas y yo 11… ¡agusto! Vamos al desayuno, y después de dejar todo recogido volvemos a la playa a verla con sol, sigue habiendo muchísima gente… Barbacoas, carreras de caballos, coches…
Pasamos por el hotel Rata junto a la playa… con ese nombre no apetece mucho alojarse ahí. Después de barajar varias opciones, decidimos intentar hacer mañana una excursión en Kashan, así que mandamos un whatsapp a una agencia que nos dio una publicidad el día que estuvimos, y Katz negocia precio para mañana. Para ello, tenemos que irnos a Teherán hoy, para mañana madrugar e ir hacia Kashan de nuevo.
Son unos cuantos kilómetros de más, una pequeña paliza después del tute que llevamos, pero no nos apetece estar ese día de más en Teherán. Pedimos un Snapp para ir a Amol, y esta vez nos recoge una chica, Rohsare, que no habla nada de inglés. Cuando quiere decirnos algo llama a una amiga y nos pasa el teléfono. El mejor conductor hasta ahora sin duda. Nos lleva hasta la estación de Amol, y nos despedimos.
HACIENDO AMIGOS EN AMOL
Entramos en la ofi y compramos dos billetes en un bus normal a Teherán. Sale en una hora, yo me quedo con las mochilas y Katz intenta cambiar dinero. Encuentra a un chico que habla inglés, y aunque al final no puede cambiar, está un rato de charla con él, encantado de practicar inglés. Nos dice que él está buscando billete de bus para mañana a Teherán, y están agotados…
El bus llega como 45 minutos tarde, no es VIP pero es bastante cómodo. Detrás nuestro se sientan una pareja de señores que no hablan nada de inglés, nos ofrecen magdalenas, naranja, él intenta hablar con Katz… nuestros “aitas” iraníes. Las vistas desde el bus increíbles, aunque el Damavand no conseguimos verlo mucho que era lo que queríamos.
El bus hace una parada y Katz baja a ver si hay algo para comer, le pregunta a un chico del bus que lleva una empanada dónde la ha comprado, y le dice que antes de subir al bus. Insiste en darle otra que lleva en la mochila para nosotros. Katz localiza en el bus un chico que habla inglés, le pregunta la estación desde la que salen los buses de mañana a Kashan, y el chico lo mira y nos dice horarios.
LLEGADA A TEHERÁN
Cuando llegamos, nos hace el favor de comprarnos los billetes con su tarjeta, y encima nos dice que nos los regala… ¡sólo faltaba! Conseguimos darle el dinero y se va rápido, ya que tiene que cambiar de estación para coger un bus a Shiraz, su destino. Nosotros nos quedamos buscando un Snapp. El chico majete, trabaja en turismo para árabes pero también curra con Snapp porque le gusta conversar con gente y sobre todo con extranjeros. Mañana es su cumple.
Cuando llegamos al hotel que hemos visto por internet no nos quiere cobrar, porque somos sus amigos dice… le dejamos sin que se entere el dinero en el coche, nos despedimos, y al hotel. La habitación por noche dale 2.700.000 rials, nos hacen “descuento” y nos dejan la habitación con baño a 2 millones por noche.
Salimos a cenar algo, son más de las 23 horas y sólo hemos comido la empanada. Muy cerca hay un local donde hacen sandwiches, yo me pido uno de kuku y Katz uno de patata rebozada, como se queda con hambre pide unos macarrones. Damos una vuelta por el barrio, y encontramos un mercado de comida cerca, con cosas con muy buena pinta.
Compramos bombones de chocolate negro, y unos chicos nos cambian 50 eur a rials, que nos estamos quedando sin dinero y mañana no abren las casas de cambio. Vamos al Palacio Golestán para verlo de noche, pero no está iluminado. Y encontramos por casualidad el Palacio Masoudieh. De aquí al hotel directos a dormir.
DÍA 13: KASHAN, LAGO DE SAL Y DESIERTO DE MARANJAB
A las 7 estamos despiertos, nos damos una buena ducha, y a las 8 menos 5 estamos ya en la cafetería esperando el desayuno. Traen té, queso, mantequilla, miel y pan como de pizza. Decidimos ir en metro a la estación de bus, ya que la ciudad es un caos de tráfico y creemos que vamos a tardar menos que en Snapp.
Nos da un poco yuyu porque ayer nuestro conductor nos dijo que en el metro íbamos separados hombres y mujeres, y no queremos perdernos. Al final todo queda en un susto, aunque hay vagones sólo para mujeres, el resto son mixtos. Y el metro muy sencillo de entender y utilizar. Llegamos sin problema a la estación.
Tenemos que ir a la ventanilla de la compañía con el mensaje que recibimos ayer con el localizador, pero por el nombre nos deben tener fichados porque sin mirarlo nos dan el billete. Aunque el bus se retrasa bastante en los primeros kilómetros, llegamos más o menos a la hora indicada. Poco antes de llegar a Kashan nos llama Fátima, que se presenta como nuestra guía de hoy, y quedamos en que nos va a buscar.
Viene ella con el conductor, y una chica que no sabemos muy bien quién es. Nos dicen que luego se nos juntará un chico turco, y vamos a un local a comer sandwich de falafel.
DESIERTO DE MARANJAB
Ya con el turco, salimos en el 4×4 hacia el Lago de Sal. Paran el coche en un pueblo, junto a la entrada de una visita turística, y nos dicen que es una ciudad subterránea. Hay muchísima gente a la cola y la espera sería larga. Nos dicen que no merece mucho la pena, así que les decimos que no nos interesa y seguimos camino. Volvemos a parar en la Mezquita Imam Sajad, en Aran Va Bidgol, a donde nos trajo Mehdi, el taxista de Kashan el otro día.
No nos importa, porque nos gustó mucho, y así hoy la vemos con sol, que el otro día estaba lloviendo. El próximo destino es el Lago de Sal. Unos 25 minutos después la carretera se transforma en gravilla, toca pagar entrada de 200.000 por coche. Poco después hay una zona con restaurante, muchísimos coches, quads, camellos… nos sorprende tanto turismo y tanta gente.
Nos sube en el coche como a un alto, y cuando pienso que va a parar para tener vistas chulas, y mientras Katz me dice que a la izquierda hay varios tornados, el conductor tira con el coche para abajo, me pego un susto pensando que se le ha ido el coche, pero no, es adrede… Sigue por carreteras con baches (aunque hay una un poco mejor por donde van buses y coches a una velocidad reducida), y a lo lejos se empieza a ver el salar.
Para el coche junto a un “castillo”, nos explica que ahora es un hotel y hay que pagar entrada para verlo por dentro, aunque está totalmente reconstruido. Nos dice que no merece la pena… ¿entonces para qué venimos? Nos lo podría haber preguntado antes e igual nos hubiésemos ahorrado un tiempo goloso para la puesta de sol…
LAGO DE SAL DE NAMAK
Como tampoco nos interesa entrar ahí, vamos al salar. Al principio un poco decepción, todo marrón, ninguna zona blanca. Nos dice que esas zonas blancas están como a 45 kilómetros y está prohibido ir, así que me siento un poco estafada. Al final se mete un poco con el coche, cruzando un charco. Para en un sitio muy chulo, con más zonas blancas, lo que mejora la excursión.
Las vistas hacia ambos lados son muy bonitas y el sonido de la la sal al crujir bajo los pies es parecido al de la nieve dura. Estamos un ratín ahí, y vuelta al coche para ir a las dunas a ver la puesta de sol. No llegamos a tiempo, paramos de camino porque el chico turco quiere sacar fotos a la puesta de sol, y volvemos a montar en el coche y nos llevan a unas dunas un poco pobres para nosotros después de haber estado en el Sáhara.
Al coche de nuevo, y nos paran en la zona que hemos visto antes con tanta gente cerca de la entrada. Sigue estando a tope, nos tomamos un té y le dicen al turco que él se queda a dormir ahí, lo que le decepciona un poco ya que pensaba que iba a estar solo en algún sitio en medio del desierto en tienda de campaña, y lo que tiene es una habitación en este sitio un poco petado de gente.
SE NOS HACE TARDE PARA REGRESAR A TEHERÁN
Nos despedimos, y nos llevan a nosotros a la estación de bus, donde apenas 20 minutos después salimos. Hay un accidente saliendo de Kashan con un coche volcado, con lo que tardamos un poco más. Esto hace que cuando llegamos a Teherán y vamos a coger el metro, son las 23.04 y ha cerrado a las 23.
Así que un Snapp, cuesta que nos acepten, cuando lo conseguimos nos llaman y cancelan el viaje, nos pasa dos veces. Decidimos rodear la estación e ir a otra carretera más principal que vemos en el mapa, ahí nos vuelven a aceptar y aunque nos cuesta encontrarnos (de hecho es él al final el que nos encuentra a nosotros), lo conseguimos por fin.
Como tiene que parar en la gasolinera aprovechamos a pedirle que nos pida cambio de un billete de 500.000 rials. Nuestra sorpresa viene cuando el chico de la gasolinera nos dice que es falso. Nos preocupa, porque no sabemos si será el único billete falso que nos han colado, o si tenemos más… Llegamos al hotel, y sin cenar ni nada a dormir tranquilos porque el resto de billetes son buenos.
DÍA 14: JORNADA COMPLETA EN TEHERÁN, LA CAPITAL DE IRÁN
Desayunamos de nuevo en el hotel, recogemos las mochilas y las dejamos aquí mientras aprovechamos hoy el día intentando visitar la ciudad.
Caminamos dirección al Palacio Golestán, nos encontramos con un mercado con puestos varios de comida, frutos secos, pasas… muy buena pinta. Después al Palacio Golestán, donde colamos el billete falso y pagamos sólo la entrada de los jardines. Tienen diferentes entradas, la básica que es la nuestra, cuesta 300.000 rials. Pero si quieres verlo por completo la entrada completa cuesta 2.400.000 rials, una auténtica barbaridad.
Hay muchísimos gatos campando a sus anchas por el Palacio. Siguinete parada el Bazar, donde vemos una Mezquita dentro del mismo con una cúpula bastante maja. Cambiamos dinero, y hacemos alguna compra. Visitamos antes de ir a comer la Mezquita Imam Khomeini, junto al bazar… o inmerso también en él, ya que a ella se accede desde 3 puertas del Bazar.
UNO DE LOS MEJORES BOCATAS DEL PLANETA
Vamos hacia el mercado que hemos visto antes con muchos puestos variados, compramos pipas, pistachos, pasas… y fichamos de paso qué comidas hay. Dejamos las compras en el hotel, volvemos y compramos una torta redonda enorme rellena de salchicha y champis con queso, y salsa de yogurt con granada, está brutal.
Tras visitar el Parque Shahr, cogemos el metro y vamos a ver la Torre Azadi de noche. El tráfico aquí también es una locura. Un helado y varias fotos después, metro de vuelta al hotel, aunque nos bajamos unas paradas antes para andar un poco. Katz aprovecha a cortarse el pelo en una barbería.
Recogemos las cosas del hotel y volvemos al metro para ir al aeropuerto. La chica de la ventanilla del metro nos cobra 15.000 rials, según ella tarifa de turistas, aunque el resto de billetes nos los han cobrado a 12.000 rials. Creemos entender que luego tendremos que pagar suplemento para ir al aeropuerto.
Montamos en el metro, y bajamos en lo que parece el intercambiador hacia el aeropuerto. Hay que coger otra línea y en dos paradas llegaremos… pero no es así. No encontramos la línea del aeropuerto, al final pregunto a una familia (pareja con peque de unos 3 años) y nos dicen que ya ha cerrado. Son más de las 23, y aunque nos habían dicho que nos daría tiempo parece que no. Nos dicen que ellos van hacia allí, que nos llevan, así que encantados.
HAY QUE VER, MENUDO LÍO
Cuando salimos hay taxistas, y se lía una gorda, ya que creemos entender que le reprochan a la familia que nos lleve, que ellos se tienen que ganar la vida, y se enzarzan en una discusión que nos deja con mal cuerpo y sintiéndonos culpables. Parece que se van a pegar, aunque al final todo se queda en algunos gritos. La familia muy maja, aunque no hablan mucho inglés, sólo ella entiende un poco.
No nos aceptan dinero, y el trayecto es como de 20 minutos… les dejamos dinero en una de sus bolsas sin que se den cuenta. En el aeropuerto, cambiamos el dinero que nos sobra, pasamos un control de seguridad, esperamos casi una hora a sacar las tarjetas de embarque, y pasamos a la zona de embarque, donde nos volvemos a encontrar con Sara y David. Y aunque hasta las 4.10 no sale el vuelo, el tiempo pasa volando cuando charlas con gente maja.
En el aeropuerto de Estambul, pasamos las 3 horas con Sara y David de nuevo, desayunamos, y vuelta al avión. Y aquí se acaba este viaje… aunque Irán da para mucho más que dos semanas que hemos estado conociéndolo… ¿quién sabe si no volveremos en un futuro?
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