DIARIO Dos semanas en Tailandia por libre Katz y Saioa, Wat Mahathat, Ayutthaya

DIARIO: Dos semanas en TAILANDIA por libre

Este DIARIO cuenta la historia de dos semanas en TAILANDIA por libre. Como tantos otros, elegimos TAILANDIA para sacarnos los títulos de buceo en Koh Tao. Katz ya tiene el Open Water de un viaje anterior, y quiere sacarse el Advanced, y yo voy a por los dos. La idea es visitar, además, Bangkok y si podemos Sukhothai y Ayutthaya.

Así que Salimos de Bilbao con muchas ganas de explorar esta zona asiática todo lo que podamos y aprovechar la escala que tenemos en CHINA para conocer Shanghai.

Viajamos del 4 al 17 de Diciembre del 2016, con clima variado. Nos ha hecho calor con varios días de lluvia, pero sin entorpecer el viaje. Hemos cogido buses, ferries, trenes y alquilado motos y bicis para movernos por el país. En este viaje a Tailandia nos gastamos cada uno un total de 1100 euros. 530 en vuelos y el resto en los cursos de buceo, comidas, alojamientos y visitas.

DIARIO: Dos semanas en TAILANDIA por libre


Así empieza el DIARIO de nuestras semanas en TAILANDIA por libre, contado por Saioa:

DÍA 1: SALIMOS DE BILBAO A TAILANDIA, ESCALA EN SHANGHAI

Coche de alquiler, y pasamos a recoger a nuestros dos compis de viaje gracias a Blablacar. Un chico que va a visitar a su hermana que está de viaje indefinido, y que se encuentran en Tailandia después de más de 6 meses… Y una chica que viaja junto a su hija (azafata de Emirates) a Maldivas, se encuentran en Dubai. El viaje se hace muy ameno, el chico muy majete. Coincide que vamos a viajar en el mismo avión a Shanghai.

Hacemos cola, nos dejan pasar las mochilas como equipaje de mano, pesan 9,5 kilos cada una. Durante el vuelo pasamos frío, tienen el aire a tope. Así que chaqueta, sudadera y manta.

A poco rato ya para llegar a Shanghai, nos cortan los juegos (¡sigo ganando yo al tetris!) y nos ponen un vídeo de ejercicios recomendados para estimular la circulación después de tantas horas sentados. Es gracioso ver a los asiáticos tomándolo muy en serio y moviéndose totalmente zen…

Escala en Shanghai Vending en el metro, Shanghai

TRÁMITES PARA EL VISADO Y TREN MAGNÉTICO

Llegamos a Shanghai unos 45 minutos antes de tiempo, no vemos al chico de Portu al salir del avión. Vamos dirección control policial. Hemos leído por internet que para estancias de 3 días no hace falta visado, lo comprobaremos ahora.

Seguimos la dirección y nos ponemos a la cola. Control de datos, toma de foto, se ríen un poco del cambio de look de Katz… ¡y para adelante! ¡Ya estamos en China!

Vamos a la zona de salidas, a intentar conseguir las tarjetas de embarque de mañana para el vuelo a Bangkok pero no se pueden sacar aún, así que mañana hay que venir un poco antes. Pasamos por el mostrador de un banco para cambiar algo de dinero. El chico muy majo le dice a Katz que si saca en el cajero cobran menos comisión, así que sacamos lo justito para hoy y vamos hacia el tren magnético.

MAGLEV, EL TREN MAGNÉTICO A 300 KM/H Shangahi

MAGLEV, EL TREN MAGNÉTICO A 300 KM/H

Consultamos horarios… genial, comienzan a primera hora así que nos coincide muy bien para venir mañana. Compramos ticket de ida y vuelta. Muy chulas las tarjetas, muy… coloridas. El tren magnético una pasada, sabes que vas rápido porque en una pantalla aparece la velocidad, porque sino ni se menea. Alcanza un máximo de 300 km/h.

En 10 minutos estamos ya en el final de la línea, hay que coger el metro. Gracias al tren magnético, nos hemos ahorrado 1 hora de metro. Aluciflipo con todo: los carteles en chino, los colorintxus por todos los lados, todos los chinos con los móviles en mano…

Menos mal que Katz tenía anotado en el móvil las paradas de la línea de metro y el nombre de la parada donde bajarnos, todo bien puesto, porque aún así un poco jaleo. Bajamos en nuestra parada, y claro, hay varias salidas hacia diferentes calles, elegimos una al azar. Hay máquinas de bebida y comida en el metro… ¡e incluso de zumos naturales!

YA ESTAMOS EN SHANGHAI

Salimos a la calle y… ¡pero qué es esto! Chinos, chinos y muchos más chinos en una calle peatonal hiper saturada de gente, luces, pantallas gigantes con anuncios. Intentamos centrarnos con el mapa, pero es difícil. Vemos un edificio alto con luces, y nos autoconvencemos de que eso es Pudong o la zona financiera de la ciudad, hacia donde está nuestro hotel… así que nos ponemos a andar hacia allí.

No puedo dejar de mirar todo, debo de tener la boca abierta en plan Paco Martínez Soria. Casi nos atropella un trenecito turístico que no sabemos bien de dónde sale y por qué está en una calle peatonal. A Katz los anuncios de las chinas le recuerdan a Susi jeje

Seguimos de frente, y de repente… ¡un Minion en las puertas de una tienda! Allá que vamos, y me pongo a bailar un poco con él. ¡Al poco nos rodean un montón de chinos mirando curiosos y grabando!

Al seguir Katz me dice que no está seguro de ir bien, así que preguntamos a dos chicas que no es que hablen mucho inglés. Conseguimos entendernos lo suficiente (o darles también un poco pena), y buscan en sus teléfonos la dirección que les enseñamos de nuestro hotel. Por señas nos dicen que vamos en sentido contrario, es para el otro lado.

BUSCANDO EL HOTEL PERDIDOS ENTRE CHINOS

BUSCANDO EL HOTEL PERDIDOS ENTRE CHINOS

Media vuelta, y vuelta a sortear a gente. Las motos son eléctricas, ni un puñetero ruido, hay que andarse con ojo. Un poco más centrados, conseguimos llegar a la calle del hotel, nos cuesta encontrarlo ya que el nombre está escrito en chino.

Nos dan la llave de la habitación y subimos. Abro al puerta y veo algo en el suelo… ¡dos tarjetas de prostitutas! Anda, mira qué majos ellos que te lo dan casi todo hecho. La habitación muy bien, no hay mucho ruido, y aunque tenemos el neón del hotel al lado con las cortinas cerradas no se ve.

YA ESTAMOS EN SHANGHAI

RANG: EL GUÍA DE COUCHSURFING EN SHANGHAI

Katz whatsappea con Rang avisándole que ya estamos en el hotel. Rang es un chico de couchsurfing que nos va a acompañar a dar una vuelta por la zona centro. A cambio nos ha pedido un par de periódicos de España, ya que está aprendiendo español.

Conocemos a Rang, y al salir del hotel nos cuenta de que está con dos personas más, un chico y una chica indios, y que nos vamos todos a dar una vuelta. Les ha dejado en la calle peatonal esperando mientras nos iba a buscar a nosotros.

Rang es muy gracioso, no le entiendo nada cuando me habla, ni en inglés ni en español, si acaso algo de chino… jajajajaaa. Va a toda leche andando y hablando, y no deja de decir: “Chico, chico, chico…” Nos presentamos a los indios y vamos hacia el Bund, que es la orilla desde donde se ve el Pudong (zona financiera).

RANG: EL GUIA DE COUCHSURFING EN SHANGHAI

EL BUND: LA FOTO TÍPICA DEL SKYLINE DE SHANGHAI

No nos podemos despistar ni un minuto, ni hablar con calma, Rang va a toda leche y nos lleva en plan ejército. En el Bund hay bastante gente, aunque Rang nos dice que eso no es nada, que normalmente es difícil andar. Foto aquí y foto allá. Las luces de los edificios del Pudong van cambiando de color, los edificios se ven gigantes, es difícil saber para dónde mirar.

Nuestro paso tranquilo creo que va poniendo más nervioso a Rang, en la misma proporción que su paso rápido nos pone al resto. Los indios son muy majetes, ella es la jefa de él y están aquí una semana por trabajo.

Hay diferentes puestos a lo largo del paseo donde te sacan una foto con el Pudong de fondo y te la imprimen al momento, ya sea en papel o en camiseta. El indio se para en uno de ellos y… ¡chicos, a juntarnos todos! Le hace ilusión ese recuerdo con todos juntos, aunque no nos volvamos a ver, así que… Patataaaaa. Le dan al momento la foto en un marco, y él todo contento.

EL BUND LA FOTO TÍPICA DEL SKYLINE DE SHANGAHI

PUDONG: LA ZONA FINANCIERA DE SHANGHAI

Rang nos dice que nos demos prisa, que se va el ferry. Y es que vamos a cruzar el río en ferry para dar una vuelta entre los edificios de la zona financiera… ¡Planazo! Corremos y para cuando los demás llegamos a la taquilla de los tickets del ferry, Rang ya ha comprado los de todos, pasamos corriendo la pasarela y una vez todos a bordo zarpa.

Menos de 10 minutos después llegamos a la otra orilla. Damos una vuelta por los edificios, hasta llegar a los centros comerciales con marcas como Gucci, Louis Vuitton, Channel… todas con muchos brillantes y luces para no ser menos.

Para cenar entramos en un restaurante donde el chico que nos atiende es italiano. Los indios cogen pasta para cenar (son veganos), Rang una minisopa, Katz una sopa como con unos raviolis rellenos, y yo cerdo con bambú. Mientras esperamos, Rang saca castañas y lengua de cerdo para picar. En medio del restaurante, sacando comida de otro sitio para comer, aquí impensable. Llegan los platos, yo he acertado, está muy rico. Lo de Katz no me va mucho.

Volvemos a nuestra zona en metro, agradeciendo a Rang por la buena tarde que hemos pasado. Nos despedimos de todos que tienen unas paradas más. Salimos en la misma parada que esta tarde y decidimos dar una vuelta antes de ir al hotel. Son más de las 10 y hay poca gente por la calle, ¡menuda diferencia!

PUDONG: LA ZONA FINANCIERA DE SHANGHAI

PLAN NOCTRUNO: YOGURES Y MINIONS

Hay algunas señoras que venden unos juguetes voladores. Como nos sobra algo de dinero del que hemos sacado, Katz compra uno de los Minion para su sobri Andrés. Seguimos hacia delante y vemos un puesto que vende yogures… ¡por fin! Me los había recomendado una chica del blog de LosViajeros y no los habíamos visto. En una calle paralela, Katz entra a un bar a ver si le dan monedas más pequeñas para la colección, y le regalan algunas porque dicen que ya no las usan.

La calle por la que volvemos es más “China”, o al menos la china que podemos tener en la cabeza. La otra era una calle comercial europea, aquí se ven comercios menos turísticos, más tiendas de barrio, las aceras están menos cuidadas.

Entramos a un super a acabar de gastar las monedas, y tienen unos productos rarísimos. Comida de lo más inimaginable ya cocinada envasada al vacío y presta a ser consumida en un abrir y cerrar de envase: salchichas de todo tipo, lengua de cerdo, patas de pollo…

Volvemos al hotel. Ducha caliente para quitar el frío de encima y a dormir que mañana hay que madrugar.

PLAN NOCTRUNO: YOGURES Y MINIONS

DÍA 2: VUELO SHANGHAI-BANGKOK, LLEGADA A TAILANDIA

Suena la alarma. Nos levantamos y vestimos rápido, ya tenemos todo organizado. Bajamos a recepción y los recepcionistas están durmiendo. Uno de ellos se levanta, nos devuelve la fianza y nos despedimos. Misma calle de ayer pero de vuelta a las 06:30 de la mañana… no parece la misma. La calle está casi vacía.

Cogemos el metro hasta la parada del tren magnético. Cuando llegamos aún no ha abierto, así que nos ponemos a la cola ya formada para entrar rápido. Pasamos el control de seguridad y entramos al tren. Desayunamos el yogurt que compramos ayer.

YA VAMOS PARA TAILANDIA

Con las tarjetas de embarque ya en mano, vamos al control policial… y la ley de Murphy entra en acción: nos ponemos en una fila lentíiiisima. Vemos desaparecer gente por las otras y nosotros seguimos allí, se nos cuelan unas chinas que van en grupo con otros.

Cuando llegamos al control entiendo el tiempo que hemos esperado… miran detenidamente cada mochila. Si ven algo extraño hacen abrirla y vuelven a pasarla de nuevo por la cinta. Quitan los mecheros a todo el mundo. Total, que habíamos llegado con bastante tiempo al aeropuerto, y en este control se nos ha ido todo… llegamos a la puerta y nos ponemos a la cola, ya casi están embarcando.

Vuelo aceptable, no hay pantallas individuales y repiten 2 veces la misma peli. A mi me da igual: me voy quedando sopa. Llegada a Bangkok, pasamos el control policial, y nuevo sello en el pasaporte.

LLEGAMOS A BANGKOK

Cambiamos dinero para empezar a manejarnos por aquí y salimos a la calle… ¡Qué gustazo! Hace muy buena temperatura.

Vamos a la parada de taxis. Hay unas máquinas en las que sacas un numerito y vas al taxi que te ha tocado. Nuestro taxista no habla inglés, pero Katz se hace entender a dónde vamos y le va controlando con la aplicación de móvil de Maps.me, por si nos da mucho rodeo o nos intenta timar.

Hay muchísimo tráfico, es una pasada. Se ven rascacielos, edificios “normales” (y digo normales porque yo me pensaba que al ser Asia serían algo… no sé… diferentes). Llegamos al comienzo de la calle Ram Buttri, donde está nuestro hotel, así que bajamos del taxi.

Con las mochilas a la espalda nos ponemos a andar buscando el hostal. No se ve a mucha gente en la calle, pero la que se ve es toda guiri. Muchos bares, algún restaurante, locales de masajes, algún puesto de comida callejero, hoteles, hostales, carteles, cables, más carteles, más cables…

Finalmente preguntamos al chico de un puesto de comida callejero que hace gambas a la plancha (y por cierto con muy buena pinta), y nos manda en el otro sentido. Vuelta para atrás, llegamos a la intersección de antes… ¡y es que la calle sigue por el otro lado! Otro buen número de puestos callejeros, carteles, hostales, más carteles, restaurantes, bares, más hoteles… En fin, esto está hasta arriba.

DIARIO: Dos semanas en TAILANDIA por libre LLEGAMOS A BANGKOK

LOS MÁS VIEJOS EN EL HOSTAL JUVENIL DE BANGKOK

Encontramos el cartel de nuestro hostal, y entramos en un portal estrecho con un pasillo alargado dentro. Llegamos al final, y cuando vamos a dar la vuelta pensando que aquí no es, vemos el cartel del hotel con una flecha para arriba… esto nos pasa otras 3 o 4 veces más, mientras subimos todos esos pisos a pie con el equipaje a cuestas.

Lo primero que se ve al entrar es una mesa donde está el recepcionista, con unas baldas detrás suyo donde tienen sábanas y toallas, y que hacen de separación entre esa “recepción” y la sala de estar, donde hay una mesa alargada y luego varias mesas más pequeñas. Hay gente joven por allí, todos conectados a los teléfonos u ordenadores.

Dejamos el equipaje en las dos camas que nos han asignado en una habitación de 8, y nos cambiamos. Mientras yo me quedo con la juventud en la sala, Katz baja a cambiar euros a baths. Cuando llega está ya bañado en sudor, pero no nos podemos quedar aquí, así que mapa en mano salimos a ver qué hacemos hoy.

PLANIFICANDO LOS 2 PROXIMOS DÍAS

Como el rey ha muerto en octubre (cuando estábamos en Honduras), Katz ha leído que había alguna ceremonia en su honor, así que vamos a intentar encontrarla. En la mochila mi camiseta negra de manga corta y una negra de manga larga de Katz.

Antes de nada vamos a comprar los billetes de bus y ferry para ir a Koh Tao. Nos dirigimos a la tienda de Lomprayah, donde compramos el billete de bus de Bangkok a Chumphon la noche del miércoles, y el ferry del jueves de Chumphon a Koh Tao. Tenemos que estar aquí el miércoles a las 8 a más tardar.

DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre Subiendo al Templo Wat Saket, Bangkok

Ya lo principal hecho, decidimos ir andando a ver si encontramos las ceremonias al rey, pese a la insistencia de los tuk-tuk. Paseando tranquilamente, pasamos junto a un templo y entramos. Es el Wat Chana Songkhram. Al ser el primero todo me llama la atención.

Continuamos andando y llegamos a la zona del Palacio Real. Vemos a lo largo del camino crespones blancos y negros, los colores del antiguo rey. Llegamos al lateral del Palacio Real, y vemos a gente esperando de pie. ¿Será aquí donde hacen la ceremonia?

«RAMA IX» HA MUERTO, PONTE LA CAMISA NEGRA

Vemos una oficina de información turística, así que entramos a preguntar. Nos dicen que hay una celebración en la plaza del Ayuntamiento por la noche. ¡Genial! Anotado queda… Además, nos dan información de autobuses para Sukhothai y Ayutthaya.

Vamos hacia donde está la gente. De camino me parece bastante raro que se ve mucha poli, hay varios camiones convertidos en baños como aquí en txosnas… Hasta que llegamos a un punto donde vemos que está entrando bastante gente después de pasar un control policial. ¿Qué hacen ahí? ¿Entramos? Pues venga, vamos allá. Camisetas negras puestas y a la entrada.

Nos paran y nos piden pasaportes. Nos preguntan qué hacemos allí y decimos que vamos a honrar al rey, miran bien los pasaportes y nos dejan pasar. Hay muchísima gente, todos de negro. Colas y más colas, nos damos cuenta de que las colas son para comida. Pasamos junto a un pequeño mostrador improvisado y nos regalan un botellín de agua.

DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre Ceremonia despedida difunto rey, Bangkok

NO NOS ENTERAMOS DE NADA PERO DAN COMIDA

Un señor que va con una traspaleta con un montón de botellines la mueve brusco y se le caen varios botellines. Le ayudo a recogerlos y el último me hace señas para que me lo quede y sigue su camino. Sin saber muy bien seguimos para adelante, mirando con curiosidad hacia todos los lados. Llegamos a una verja donde hay otro poli, y nos dice que continuemos.

Seguimos a la gente. Hay miles de sillas perfectamente colocadas bajo un toldo, la mayor parte de ellas vacías, que son ocupadas en orden por la gente que entramos. Pasan dando comida, batidos, posters del rey… Katz se atreve y coge uno de los paquetitos de comida. Envuelto con papel plastificado como los de la carnicería, así que no sabemos qué hay dentro. Lo abre y es un pad-thai con trozos de… ¿pescado?

No lo tenemos muy claro, pero a él no le va mucho y acabo comiéndolo yo con los palillos que nos dan. Los trozos no los como, pero el resto está muy rico. Katz se atreve con otro paquete y es un arroz, más soso que mi pad-thai. Nos ofrecen agua y refrescos, una y otra vez, cada vez que pasan. La gente está extrañada de vernos ahí pero nos miran con una sonrisa.

DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre Ceremonia despedida difunto rey, Bangkok

¿NOS VAMOS O NOS QUEDAMOS?

Intentamos preguntar qué hay que hacer, ya que llevamos un rato sin movernos y tampoco queremos pasarnos toda la tarde ahí, pero no somos capaces de comunicarnos. Hasta que la chica que habla un poco de inglés se levanta y vuelve al rato con otra, que habla inglés bien.

Nos explica que eso es para entrar a ver el féretro del rey y presentarle nuestros respetos. Que podemos pasar pero antes debemos ponernos unos pareos que nos prestan gratis porque mi pantalón no es totalmente negro. La espera es por lo menos para dos horas.

Decidimos marcharnos, ya que sería demasiado tiempo allí sentados. Además, tenemos el estómago lleno gracias a Su Majestad así que tenemos energía para andar otro rato. Al salir de este recinto interior volvemos a la zona donde están las largas colas de gente esperando comida o bebida. Vemos otras colas donde reparten algún mini bollo industrial de desayuno, así que hacemos cola y ya tenemos desayuno para mañana.

Salimos de todo este recinto (¡menuda la que tienen montada!), y nos ponemos dirección al Ayuntamiento, aunque ya vamos justos de tiempo y no creemos que nos de tiempo a ver el espectáculo. De repente, la gente se para y se sienta. No sabemos qué pasa, pero hacemos lo mismo… A los pocos minutos, y sin previo aviso, todo vuelve a la normalidad.

COMO JUBILADOS EN REBAJAS

Tranquilamente andando por la calle vemos de repente que mucha gente viene en nuestra dirección corriendo. Le digo a Katz que allí regalan algo, así que riendo damos media vuelta y les seguimos. Parece un super maratón. Llegamos al inicio, una chica nos da un papelito con un número y nos hace una raya negra con un rotulador en la muñeca. Todos corren rápido hacia delante, así que sin ser menos les seguimos a la carrera, hasta que llegamos a una cola que está más parada.

Me entra la risa, estamos aquí mezclados e intentando seguirles sin ni siquiera saber qué pasa. Al final de la cola una chica nos recoge los papelitos, y… ¡corro hacia una chica al fondo, que da palmas y se ríe mientras anima a correr! Llego a ella y me regala… ¡una hucha! Jajajjajaa

Guardamos las dos huchas en la mochila y seguimos nuestra ruta. Ha sido un momento muy divertido. Llega un momento en que estamos un poco perdidos, y cerca nuestro vemos en el mapa un templo, el Wat Saket, así que decidimos ir a verlo.

DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre Pano, Vistas desde el Templo Wat Saket, Bangkok

WAT SAKET: LA MONTAÑA DE ORO DE BANGKOK

La cosa es que aunque parezca cercano, cruzamos puentes, andamos por callejones… ¡hasta visitamos otro templo que nos encontramos de camino! El Wat Thepthidaram. Damos un pequeño rodeo ya que no hay una ruta recta para llegar al Wat Saket. Y por fin llegamos a su entrada, nos sale gratis no sabemos muy bien si por la hora o por qué motivo.

Cruzamos la verja, cogemos un camino a mano derecha, y cuando llegamos a unas escaleras (con un Buda a sus pies con los tres famosos monetes) comenzamos a subir, ya que el templo está en lo alto. Escaleras y más escaleras, se suben bastantes. A mitad de camino y en un descansillo varias campanas. Seguimos la subida hasta que encontramos la entrada.

Hay varias estatuas de Buda, una de ellas verde (Katz me dice que es similar a la del Palacio Real sólo que aquí la tenemos al lado pudiendo tocarla y allí se ve de lejos). Hay unas escaleras en el interior que subimos y… ¡Alaaa!!! llegamos al tejado del templo, donde hay una estupa dorada gigante, y unas vistas estupendas de la ciudad.

A pesar de los turistas allí congregados, me siento en un banco enfrente de la estupa a escuchar unas campanillas encima de mi cabeza. Son de metal, y hacen diferentes sonidos, desde más grave a más agudo, pero es una musiquilla que me relaja, me recuerda que estoy en Tailandia.

DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre collageTemplo Wat Saket, Bangkok montaña de oro

GRACIAS POR LA COMIDA Y LOS REGALOS RAMA IX

Después de hacerme la típica foto tocando un enorme gong, nos disponemos a regresar tranquilamente andando al hotel. De camino nos topamos con un enorme Torii… ¡qué grande! Fotos (cómo no), y cruzamos.

¿Qué es eso? ¿Porqué está vallado? ¡Cuánta gente! Acabamos de llegar al Ayuntamiento, justo ha acabado la celebración y la gente está saliendo y regresando a sus casas. Nos unimos a ellos sorteando los puestos de comidas, los puestos de recuerdos en memoria del rey con crespones negros en tela, en brillantitos, como anillos, como lazos para el pelo…

Según nos acercamos a las calles guiris, quedamos “pocos” pululando por ahí. En un puesto ambulante hay gente parada hablando y comiendo, me acerco a mirar y parecen buñuelos pequeñajos… se me acercan y me dan. Son gratis también en memoria del rey.

Me ofrecen más y los rechazo, están ricos pero no me apetece dulce en estos momentos. Llegamos al comienzo de nuestra calle, pero en lugar de ir hacia nuestro hostal, vamos hacia el sentido contrario. Allí Katz recuerda de un restaurante con mesas en el que se comía bien. Vamos a probarlo. Nos sentamos, y elegimos un plato de pad-thai vegetal con unos rollitos de primavera. Muy rico todo.DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre Cena en Ram Butri, Bangkok

NO NOS RESISTIMOS AL MASAJE TAILANDÉS

Ya con la barriga llena, yo tengo ganas de probar un masaje de los que tanto me ha hablado Katz. Acabamos dándonos un masaje de pies. Hay zonas en las que duele bastante, pero cuando termina se agradece el sentir los pies más descansados. Nos hacen darnos la vuelta, y nos dan un mini masaje en hombros y cabeza de 10 minutos incluido en el precio. ¡Madre! ¡Qué dedos! Cómo se clavan… ¡qué dolor!!!!

Acabado el masaje, nos sentamos tomando un té que nos ofrecen gratis (malíiiiiisimo, no sé de qué es pero no me gusta nada), y hablando con una de las chicas que nos pregunta de dónde somos. Le contamos nuestro día y nos dice que ella no ha podido ir a honrar al rey porque estaba trabajando. Entonces le enseñamos una de las huchas y se le iluminan los ojos, se la regalamos.

De aquí al hostel, ahora sí. Organizamos todo y ponemos la alarma a las 4:30, hay que ir pronto a la estación de buses, mañana nos espera Sukhothai. A las 10 estamos en la cama, los únicos de la habitación.

DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre Tori The Giant Swing y Templo de Wat Suthat, Bangkok

El «Sao Ching Cha» es similar a un Tori pero con diferente propósito religioso ⛩.

DÍA 3: DE BANGKOK A SUKHOTHAI, PRIMERA RUTA POR TAILANDIA

Por fin suena la alarma, la apago rápido. Como me ha tocado una litera alta, tengo que bajar por la escalerilla. Me pongo a ello y de repente piso algo, me tropiezo, intento seguir bajando aunque me resbalo un poco.

Al chico de la litera de abajo se le ha ocurrido dejar en las escaleras una toalla, y cuando he conseguido apartarla para no pisarla, me he tropezado con una percha colgada también en las escaleras y que ha caído encima de él.

Ya en la calle aún está oscuro, son las 4:50 de la mañana. Nos dirigimos a una calle donde ayer, en la oficina de información turística, nos dijeron que paraban los autobuses a la estación.

POCO ÉXITO CON LOS BUSES TEMPRANOS

Llegados a la parada, quitamos las mochilas y a esperar. Pasan autobuses, al principio unos pocos pero cada rato más. Preguntamos a la gente que pasa por allí, pero es difícil la comunicación y todos nos dicen que sí, que para allí, pero nosotros no vemos nuestro número. Hay ardillas saltando por los cables y por las fachadas de los edificios.

Seguimos esperando pero ya son las 6, llevamos esperando más de una hora y nada. Decidimos darnos 15 minutos más, y sino coger un taxi. La ciudad ha despertado ya hace un rato. Los comercios de enfrente nuestro empiezan a abrir y a preparar fogones y puestos con comida, bebida, y cosas varias para la casa.

Al final Katz empieza a parar taxis. Uno se niega a llevarnos, y arranca nada más saber cuál es nuestro destino. Otro no quiere poner el taxímetro y quiere cobrarnos una burrada. Al final consigue uno que pone el taxímetro y nos montamos a las 06:15. Katz va alerta con el móvil por si nos da un rodeo, pero el chico es legal y nos lleva por el trayecto más corto.

EN BUS HASTA SUKHOTHAI

Pillamos un pedazo de atasco en una de las calles principales de 3 carriles en cada sentido. Cuando llegamos a la estación le pagamos y vamos rápido a la ventanilla a comprar los billetes para ir a SukhotHai. Sale a las 7:30, así que tenemos un poco de espera.

Vamos al súper, compramos varias cosas para el desayuno, y nos lo tomamos en el andén mientras esperamos a poder subir al bus. Poco después el conductor nos hace señas, dejamos las mochilas en el maletero y subimos a la parte de arriba del bus, es un autobús de dos plantas. Elegimos asientos, y comenzamos la ruta. La idea es que llegamos a Sukhothai a mediodía, así que tenemos la tarde libre para ver la ciudad antigua, y mañana cogeremos un bus a primera hora para Ayutthaya, así que tenemos dos días de bus intensos.

La salida de Bangkok es lenta, hay mucho tráfico. Luego se hacen interminables los kilómetros. Cuando llevamos unas horas ya de viaje, sobre las 12, el bus para. Nos preguntamos si eso será ya Sukhothai, pero no. Es una parada del bus en una estación de servicio. Nos dicen que queda aún una hora.

DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre Estación de servicio de Bangkok a Sukhothai

ESTACIÓN DE SERVICIO THAI

En la tienda hay paquetes de gusanitos naranjas gigantes y aprovecho para ir al baño. En la zona del comedor, cogemos unas bolas como albóndigas para picar algo y probarlas, pero no me gustan nada, parecen crudas aunque por lo que vemos se comen así.

Nos sentamos fuera frente al bus en un banco, a nuestro lado un padre con su hija de unos 6-7 años. Como tenemos algo de hambre, sacamos el jamón para picar. Damos un trozo a la niña y otro al padre. Él lo come por educación, la niña después de probarlo se lo da al padre porque no le gusta jajajaja.

Volvemos al bus, ya queda poco… ¡o eso pensamos! El bus sigue y sigue, hace alguna parada y cada vez que para preguntamos “¿Sukhothai?”, pero cada vez nos contestan meneando la cabeza. A falta de pocos minutos para las 4 de la tarde, el bus para. Ahora sí, estamos en Sukhothai. Bajamos y no sabemos qué hacer.

SUKHOTHAI EXPRESS

Hemos tardado muchas más horas de las pensadas para llegar, así que vamos a los mostradores de las compañías de bus para consultar los horarios de los buses de mañana de aquí a Ayutthaya. La idea es coger un bus a primera hora que nos lleve allí llegando a media mañana y ver las ruinas hasta media tarde que tenemos que irnos a Bangkok.

Pero los primeros buses salen sobre las 8 de la mañana y no llegan allí hasta las 3 o más del mediodía… sin darnos tiempo a visitar Ayutthaya. ¡Menudo dilema!!! ¿Sukhothai o Ayutthaya? Tenemos que elegir, o quedarnos aquí y mañana coger un bus de vuelta directo a Bangkok sin pasar por Ayutthaya, o ir ya mismo para Ayutthaya sin ver Sukhothai.

Pero… no sé cómo, hay una idea que empieza a coger forma. Es una paliza, pero creemos que se puede hacer. Hay un bus nocturno de Sukhothai a Ayutthaya que sale a las 10 de la noche. El “pero” de esta idea es que ya tenemos reservado hotel aquí en Sukhothai y perdemos el dinero.

Vamos al hotel, que está enfrente de la estación, y aunque no nos devuelven el importe de la habitación podemos usarla hasta que nos marchemos. Además nos dejan las bicis gratis para ir a las ruinas. ¡Trato hecho!

DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre SUKHOTAI EXPRESS

MEJOR COGEMOS MOTO

Entramos en la habitación. Está genial, incluso tenemos dos botellas de agua de bienvenida que nos van a venir estupendamente para la intensa tarde que se avecina. Salimos y empezamos a elegir bici. Cuando ya tenemos elegidas dos de ellas que más o menos van bien, nos dan los cascos y… ¡vamos allá!

4 metros después, casi sin haber salido del hotel, Katz frena en seco y dice… “No, mejor cogemos moto”. Hablamos con los del hotel y nos hacen un pequeño descuento. Así que sin pensarlo dos veces, salimos del hotel motorizados y con un pequeño plano que nos dan para explicarnos cómo llegar a las ruinas.

Primera parada, estación de buses. Compramos los billetes nocturnos a Ayutthaya, y salimos disparados a las ruinas. Se nos está haciendo tarde. No sé por qué motivo se han cruzado los cables a Katz y ha decidido en unos segundos cambiar las bicis por la moto, pero ha sido la idea más brillante del viaje.

Vamos casi por el arcén de la carretera, ya que todos nos adelantan. Dejamos atrás el pueblo, y vamos pasando casas, puestos de comidas, colegios… Tardamos casi media hora en llegar… ¡y esto en moto! ¡Si llegamos a venir con las bicis no lo vemos!

DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre Saioa, Wat Mahathat, P.H. de Sukhothai

ENTRADA GRATIS A SUKHOTHAI, GRACIAS DE NUEVO «RAMA IX»

En la entrada nos acercamos a comprar ticket, pero es gratis gracias al difunto rey. Nos dan un mapa del recinto, y nos dirigimos primero a la zona más grande, que además es la más cercana a la entrada.

Bajamos de la moto, y me estoy quitando el casco cuando Katz dice: “Creo que la he liado”. ¿Qué ha pasado? Pues que se nos ha bloqueado la moto, y no gira a los lados, y no sabemos desbloquearla… ¡mecagüen! Veo que vienen unas chicas en unas motos y les hago señas y las paro.

Se acercan, les explicamos lo que pasa, y enseguida nos dicen cómo desbloquearla… ¡ufff que susto! Paseamos entre las ruinas, son preciosas. Los reflejos en los lagos alucinantes. Mientras estamos viendo esta parte empieza a oscurecer y un señor empieza a encender unas velas en la zona central.

Con un poco de prisas, pero conseguimos ver otras zonas de las ruinas. Incluso nos da tiempo a perdernos, queremos ir a un templo que está más apartado pero no sé cómo miramos el mapa que hemos acabado en otro sitio diferente.

DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre Collage Saioa, Wat Mahathat, P.H. de Sukhothai

ATARDECER DE FELICIDAD EN SUKHOTHAI

Ya con oscuridad total, volvemos a la zona principal que ahora está iluminada y con música. Después de un rato de absoluta tranquilidad por allí, que hoy ya necesitábamos, decidimos ir hacia el pueblo. Nos suena haber visto unos puestos de comida al venir, así que la idea es parar allí a ver si vemos algo que cenar.

Llegamos a los puestos rápidamente. Es una zona junto a la carretera en la que habrá unos 15 puestos con diferente comida, desde salada a dulce, desde shushi a pescado pasando por salchichas, y muchas cosas difíciles de explicar ya que no las conocemos. Somos los únicos turistas, la gente nos mira curiosa y divertida.

Al final cogemos dos crepes diferentes para probar, y Katz se coge unas bolas como de pan rellenas de cerdo. Montamos de nuevo en la moto y vamos hacia el pueblo. La idea es buscar un sitio donde den masajes…

DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre Pano, Wat Traphang Ngoen, P.H. de Sukhothai

NO DORMIRÁS SIN UN MASAJE MÁS

Vamos a lo largo de la calle principal del pueblo. Con lo famosos que son los masajes de Tailandia y aquí no vemos ni un local. Ya cuando casi nos damos la vuelta, vemos uno. A mi me toca la señora más mayor.

Una hora de masaje, donde me clava los dedos en sitios que duelen mucho, me estira músculos que aún no tengo desarrollados, y hace que me retuerza y me calle un par de gritos de vez en cuando. Pero qué bien me deja… salgo como nueva. ¡Increíble masaje!

Motorizados de nuevo llegamos al hotel y repostamos apenas 5 eur. Devolvemos la moto y en la habitación aprovechamos para ir al baño, cambiarnos de ropa y asearnos un poco. Tenemos por delante una noche en bus. Nos hacen dejar las mochilas dentro del autobús en la primera planta pero nos dicen que nosotros subamos a la de arriba.

Y menos mal, porque en la primera planta hace un frío helador, tienen el aire acondicionado a tope, y arriba también hace frío pero no tanto. ¡Por algo hay una manta para cada asiento!

EL AUTOBÚS ESTROPEADO Y NOSOTROS APAÑANDO GALLETAS

Nos sentamos en los asientos que nos dicen y, cuando se suben todos, arrancamos. Aún no hemos dejado Sukhothai atrás y nos están dando unas galletas y una bebida que no tengo ni idea de qué es, pero que Katz prueba y no le gusta.

Intentamos dormir, Katz se va a un par de asientos libres, yo me quedo en el mío. Hace mucho frío y el motor o lo que sea del bus hace mucho ruido. No pasa ni hora y media cuando el bus para. Dicen algo y la gente empieza a bajarse. No nos enteramos de nada.

Logramos entender (o imaginar) que el bus está estropeado y nos tenemos que cambiar a otro. Entramos en el otro bus, y los asientos no son tan amplios, además sigue haciendo frío. Intentamos dormir un poco, pero es difícil.

DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre Wat Mahathat, P.H. de Sukhothai

Intentando soñar con Wat Mahathat, El «Templo de la Gran Reliquia» de Sukhothai 🕯.

DÍA 4: DE SUKHOTHAI A AYUTTHAYA Y A CHUMPHON, 900 KM DEL TIRÓN

Sobre las 4 de la mañana viene a avisarnos la “Sargento” del bus. Es nuestra parada, estamos en Ayutthaya. Salimos y un par de taxistas vienen a ofrecerse para llevarnos al pueblo. Piden una burrada, pero no hay forma de bajar el precio por las horas que son.

Así que de momento pasamos y nos sentamos en una mesa que hay ahí, fuera de una cafetería cerrada. Desayunamos mientras miramos mapas, hasta que de repente sin saber muy bien de dónde ha salido, vemos un guiri como nosotros preguntando a un taxista. Se da la vuelta, nos ve, y viene hacia nosotros.

DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre con Eugene, Wat Ratcha Burana, P.H. Ayutthaya

DOS BILBAÍNOS Y UN RUMANO UNIDOS POR EL AHORRO

Se llama Eugene, es de Rumanía pero vive en Canadá. Está de año sabático. Espera junto a nosotros mientras charlamos, y como más o menos queremos hacer lo mismo durante el día de hoy, vamos a ver qué precio nos da un taxi compartido entre los tres para ir al Parque Histórico de Ayutthaya a ver amanecer.

Katz para un taxi y nos deja un precio algo mejor que el primer taxista, que dividido entre los tres ya es aceptable. Cuando estamos llegando a la entrada a las ruinas el taxista se quiere meter a la entrada principal, pero Katz le dice que no, que por favor siga recto, y le pide que nos pare en un sitio donde no hay nada, o al menos no lo vemos ya que no hay nada de luz.

Y es que ayer ha encontrado en internet este punto, donde dicen que hay un amanecer muy chulo, así que andamos de frente sin saber muy bien dónde vamos. Dejamos a mano derecha una plaza con una estatua,y nos metemos a la izquierda.

DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre Pano, Wat Phra Si Sanphet, P.H. Ayutthaya

MAGIA AL AMANECER EN AYUTTHAYA

Sé que estoy pisando tierra, hierba y piedras porque lo noto y porque llevamos una linterna encendida, pero sólo vemos un metro a nuestro alrededor, no tiene más potencia, así que no sabemos bien qué nos encontraremos. Decidimos esperar en unas piedras ya que empieza a clarear el día.

Cámaras de fotos preparadas y… ¡Wow! Estamos en plenas ruinas, y la imagen del amanecer es espectacular. Nos quedamos allí hasta que sale el sol del todo. Hay muchos perros. Doy una vuelta a las ruinas y subimos a una de ellas. Ahora si, decidimos empezar a movernos.

Igual que las ruinas de Sukhotai de ayer, Ayutthaya es una antigua ciudad, así que tiene un montón de zonas espaciadas entre sí para ver. Siguiente zona el buda tumbado. Es enooooorme.

Ahora vamos a ver si encontramos la oficina de información turística, esperamos que haya taquillas para poder dejar las mochilas. DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre Pano, Wat Lokkaya Sutharam, P.H. Ayutthaya

DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre Steet Fighter Sagat Katz, Wat Lokkaya Sutharam, P.H. Ayutthaya

Aquí, unas cuantas fotos para los montajes de Freakatz 🕹.

LAGARTOS Y ELEFANTES

Encontramos la oficina pero está aún cerrada, es muy pronto. Me siento en un banco y de repente veo un lagarto enorme en medio del paseo por el que hemos venido. Al acercarme se mete en el agua rápidamente y se aleja nadando. No sabemos lo que es.

Cogemos café para el segundo desayuno, y comemos de las galletas del bus de nuevo. En varias ocasiones vuelvo a ver el lagarto. Al cabo de otro rato, le veo de nuevo que se acerca a la orilla, y cuando está saliendo les digo a los chicos que miren despacio. Vemos cómo sale del agua, y cruzando el camino, se mete en otro lago que hay al otro lado. A la vuelta hemos buscado qué era semejante bicho y se llama varano.

Pasan unos elefantes por nuestro lado, incluso algunos pequeños, y es que junto a donde estamos hay una zona donde se puede montar en un elefante y hacerse fotos con ellos. Abre la oficina de información pero nos dicen que no es la del parque, así que de nuevo con las mochilas a los hombros nos vamos en la dirección que nos dicen.

DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre Varano, Centro de Elefantes, P.H. Ayutthaya

POLICÍA Y BICIS

De camino Eugene y yo nos quedamos atrás haciendo un par de fotos, y Katz se adelanta hacia un módulo que es la oficina de información. Cuando llegamos allí veo que está hablando con un chico, y nos dice que el chico nos deja “abandonar” nuestras mochilas allí gratis por el resto del día.

Me fijo en su uniforme y en el logo del módulo… “Katz, esto no es la oficina de información, esto es la policía turística”. El chico muy majo dice que no importa que dejemos allí las cosas, que allí nadie se va a atrever a robarlo (eso es verdad). Así que metemos nuestras mochilas en la lancha (¿qué hace allí esa lancha?), y nos vamos al siguiente edificio que sí es la oficina de información.

Mapa conseguido y comenzamos a visitar otra zona de Ayutthaya. Junto al Wat Mahathat, la zona principal del Parque Histórico, está la nueva ciudad, y hay diferentes locales que alquilan bicis. Elegimos uno y cogemos tres bicis para todo el día. Creo que son las más cutres.

DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre Monjes, Centro de Elefantes, P.H. Ayutthaya

AYUTTHAYA: TRAS LOS PASOS DE VAN DAMME EN KICKBOXER

Aprovechando que estamos junto a las ruinas más famosas de AyutThaya, y que salen en alguna peli como Kickboxer, aprovechamos para verlas antes de alejarnos. Cual serie de «Verano Azul» (las bicis se aproximarán a esa época), vamos de unas ruinas a otras. En todas las entradas hay zona especial para aparcar las bicis, así que es bastante cómodo.

Capturas de la pelicula Kickboxer en Ayutthaya

Hay uno de los templos al que se puede subir. Ya arriba vemos que hay una entrada con unas angostas escaleras que bajan con bastante pendiente por dentro del templo. Bajo, y al fondo hay un pequeño cuarto con las paredes pintadas.

Le digo a Katz que entre, que está chulo, y decimos a Eugene que entre a verlo que merece la pena. No le pega ni un vistazo y ya está subiendo, parece agobiado el pobre. Terminada ya esta zona, nos planteamos qué hacer y a qué otra zona dirigirnos. El que lo tiene más estudiado es Katz, así que me limito a apoyarle en sus decisiones y a pedalear detrás suyo.

Como Eugene quiere ir a consultar horarios de trenes a la estación, decidimos acompañarle y desde allí ir a ver varios templos y budas sueltos que quedan por esa parte de la ciudad. Cogemos la calle principal de la ciudad, y nos ponemos a dar pedales. Me parece un poco peligroso, no voy tranquila atenta a bicis, motos, tuk-tuks, furgonetas, vans, coches, autobuses, peatones…

DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre Saioa y Kickboxer, Wat Mahathat, P.H. Ayutthaya

EL ACCIDENTE DE MOTO

Vamos primero a consultar el horario de las vans, ya que a nosotros nos viene mejor este medio de transporte para llegar a Bangkok. En una de estas me giro para mirar si viene algún coche y casualidad veo una van que se lleva por delante una moto, al mismo tiempo que oigo un ruido seco. Un chico queda tendido en la carretera mientras sale el conductor de la van y la gente más cercana acude en su ayuda.

Poco podemos hacer, así que cruzamos y preguntamos horarios de minibuses y vans, y seguimos la ruta a la estación de tren. Por el medio de la ciudad, vamos dejando atrás calles y puentes, hasta que un ratazo después, que a mi se me hace eterno con el calor y la sudada que llevo, encontramos la estación.

Esperamos a Eugene fuera mientras va a preguntar, se le cuelan. Cuando sale con la información, vamos al siguiente templo que Katz tiene fichado. Para ello hay que meterse en plena ciudad, compartir con los coches y motos las carreteras, cruzar semáforos, etc.

DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre Saioa, Wat Yai Chai Monghon, P.H. Ayutthaya

EL TEMPLO DE DORAEMON

Llegamos al templo, pagamos la entrada y para dentro. Dejamos las bicis y andamos despacio, viéndolo todo: los budas, los turistas, los monjes… Nos separamos de Eugene, que va más despacio aún, y seguimos para adelante.

Rodeamos el templo, y al dirigirnos a las escaleras para subirlo me encuentro un billete en el suelo… habrá volado de alguna ofrenda a los monjes, a nosotros nos viene estupendo también. Después de ver el templo por dentro, nos dirigimos al buda reclinado. Alucinamos al pasar junto a un pequeño altar, hay ofrendas de Doraemones…

El buda reclinado está muy chulo también. Es curioso ver cómo la gente intenta que las monedas que dejan como ofrenda, se queden pegadas a la planta plana de los pies del buda (si lo consigues se cumple tu deseo).

Volvemos a la zona de las bicis y nos sentamos a esperar a Eugene. Al rato llega, y duda si ir ya a recoger la mochila e irse a la estación o acompañarnos hasta el siguiente templo. Indeciso el chaval, le cuesta un triunfo decir que sigue con nosotros un ratito.

DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre Templo de Doraemon Wat Yai Chai Monghon Ayutthaya

TEMPLO DE PHANAN CHOENG

Seguimos hasta el siguiente templo con Katz como guía improvisado del día de hoy. Pasamos junto a unos puestos que venden bolsas con agua y peces dentro, y bolsas gigantes como de cheetos de colores… Son demasiado grandes como para comprarnos una para probar, pero por falta de ganas no es.

Llegamos al templo, compramos la entrada, aparcamos las bicis y para adentro. Hay un montón de gente haciendo compañía a un Buda enorme y dorado. La gente compra telas naranjas para que se las pongan al Buda. Casi sin quererlo, nos vemos inmersos en plena “misa” budista.

Es emocianante, con las telas naranjas por encima de nuestras cabezas mientras los monjes entonan unas palabras y unas canciones y la gente les sigue. Contentos de haber presenciado esa ceremonia, nos despedimos de Eugene que tiene que irse ya para no perder el tren.

Mientras nos calzamos vemos cómo la gente compra ofrendas, inciensos para quemar, y cómo dan mazazos a los gong de la entrada. Hay alguno que le da con ganas, y se nota que es un turista más como nosotros.

DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre Wat Phanan Choeng, P.H. Ayutthaya

LOS PECES COMEN CHEETOS

¿Y ahora qué? Por el mapa parece que por aquí cruzan unas barcas el río, y de esa forma quedaríamos mucho más cerca de las ruinas y no tendríamos que volver a dar el rodeo por el centro de la ciudad… Vamos a probar.

Rodeamos el templo y preguntamos a un señor y una señora a ver si saben lo de las barcas… casualidad la señora es española, y ni idea de lo que les decimos. Un poco más adelante hay como un muelle.

Aparcamos las bicis y bajamos… hay algo curioso… centenares de peces están ahí, comiendo… ¡los cheetos de colores que hemos visto que vendían antes! La gente les da de comer, e incluso les compra para liberarlos ya que para ellos son sagrados. Increíble la lucha que tienen entre ellos para pillar bocado, se tiran unos encima de otros, las bocas abiertas…

Recogemos las bicis y vamos hacia el muelle de al lado, donde decimos que queremos cruzar, y subimos las bicis a una barca. Entra el capitán (está como una cuba), y nos lleva al otro lado del río. ¡Qué alegría! Nos hemos ahorrado una buena paliza…

DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre LOS PECES COMEN CHEETOS Ayutthaya

HABRÁ QUE COMER

Antes de comenzar a dar pedales de nuevo, comentamos la jugada… esto es… ¿Y ahora qué? ¿Qué hacemos? Quedamos en que si encontramos algún sitio que ponga pad-thai comemos de camino a las ruinas.

Así que dando pedales comenzamos a avanzar, ya con sed y hambre. Paramos y preguntamos en cada sitio que parece que dan comidas, pero no nos hacemos entender. Repetimos la operación unas 4 ó 5 veces, hasta que damos con una chica que parece que nos entiende, así que pedimos dos platos de pad-thai de pollo (chicken). Repetimos la palabra pollo en dos o tres ocasiones para que quede claro, la chica asiente. ¡Por fin vamos a comer!

Mientras nos prepara la comida y como allí no tienen cervezas y nos apetece una bien fresquita, cruzamos la calle y compramos enfrente una botellita de cerveza de medio litro fresca y rica. Nos sentamos a la mesa y al poco nos traen los platos… ¡qué pinta! Lo pruebo, y creo que es uno de los mejores pad-thai que comeré durante el viaje.

Cuando casi la mitad del plato ha volado ya, me doy cuenta y le comento a Katz que no veo pollo en el pad-thai, él en el suyo tampoco. Mi cabeza piensa y… claro, al decirle chicken tienen una idea de lo que es… ¡pero en lugar de pollo nos han echado huevo! Jajajajaa

DIARIO Dos semanas en TAILANDIA por libre Katz, Cruzando el río en barca, Ayutthaya

WAT CHAIWATTHANARAM

En las bicis de nuevo, vamos dirección ruinas. A ver si nos da tiempo de ver alguna cosilla más antes de comenzar la vuelta a Bangkok. Katz mapa en mano va guiando. Quiere que vayamos a conocer un conjunto de templos alejados de las ruinas principales, pero no sabemos muy bien cómo llegar. Así que hay que ir descifrando el mapa.

Suerte que cruzamos un mercadillo al cabo de un rato, y compramos un granizado de manzana verde… ¡joe qué rico! ¡Qué bien entra!… a algunos mejor que a otros, porque Katz se mete unos tragos tan enormes que le sienta fatal cada sorbo.

Llegamos a esta parte alejada de las ruinas, justo entramos con 4 chicos de España. La batería de la cámara está ya fundida, así que nos conformamos con mirar (y sacar alguna fotillo chunga con el tlf).

Vuelta a las bicis, toca deshacer el camino. Ya hemos visto todo lo que nos interesaba, así que la idea es marcharnos ya hacia Bangkok, aunque aún queda tiempo hasta la hora tope que nos hemos puesto.

Viajar por libre a Tailandia Wat Chaiwatthanaram, P.H. Ayutthaya

HORA DEL MASAJE DIARIO

Decidimos coger las mochilas y pedalear con ellas hasta el puesto donde devolveremos las bicis. Katz duda un poco de ello, pero yo con lo cansada que estoy creo que las fuerzas no me llegarán para ir primero a devolver la bici, y después ir andando a por las mochilas y volver andando también con ellas a cuestas.

La ida y la vuelta a pata será aproximadamente hora y media, y yo no doy para tanto. Así que una vez con las mochilas a cuestas, un panorama vernos, cada uno con la mochila grande detrás y la pequeña delante.

Devolvemos bicis y… ¡libres! ¿Qué hacemos ahora? Mmmmm ¿y si habría por aquí algún sitio para un masaje? Dicho y hecho, al poco de empezar a andar vemos un local de masajes, nos tomamos un refresco en el bar de al lado (nos lo merecíamos ya), y para adentro.

Salimos del masaje como nuevos, ahora a la parada de las van. Casi no nos da tiempo ni de preguntar, justo se va una y subimos como podemos en algún hueco que queda libre.

EL CONDUCTOR QUE SE DUERME

Katz pregunta si alguno va hacia nuestra calle para así compartir taxi después y una pareja que va sentada delante dice que ellos, así que luego hablaremos. El conductor va a toda leche, adelantando y conduciendo muy brusco, parpadea un montón e incluso los chicos que van en primera fila van atentos a no dejarle cerrar los ojos, ya que se va quedando dormido.

Pero ¡por fin llegamos! Bajamos de la van, nos presentamos a la pareja (él es argentino y ella uruguaya, residentes en Málaga), y a buscar taxi. Al quinto que se pregunta conseguimos que nos lleve. Una vez allí, vamos con los chicos a tomar algo por la zona y cenamos un pad-thai con unos rollitos. Bastante soso, pero la charla es animada hasta que nos tenemos que despedir de ellos.

Viajar por libre a Tailandia Saioa, Universidad Phranakhon, Ayutthaya

Memorial del 96.º aniversario de la Universidad Phranakhon Si Ayutthaya Rajabhat 🎓.

SEGUNDA NOCHE CONSECUTIVA EN AUTOBÚS

Vamos a la tienda de Lomprayah, donde compramos los billetes el otro día para Koh Tao, para hacer el check-in. Nos dejan ir al baño, organizamos mochila y ponemos pegatina. Ya estamos listos, así que nos vamos a una plaza a 5 minutos de allí que es de donde sale el bus. Hoy toca bus nocturno hasta Chumphon.

El autobús es de lujo, asientos muy cómodos y amplios. Vamos muy poca gente por el mal tiempo que está haciendo por Koh Tao, pero esperamos tener suerte y que no llueva tanto como dicen. Nos distribuimos para tener dos asientos para cada uno, mantita por encima, y a dormir se ha dicho.

Algunos lo consiguen mejor que otros, de hecho sé de uno que ni se entera de la parada en un área de servicio.

Viajar por libre a Tailandia Koh Tao

Nos esperaba tiempo revuelto en Koh Tao, la Isla Tortuga 🐢.

DÍA 5: LLEGADA A KOH TAO, PURA VIDA, MOTO Y DESCANSO

A las 4 de la mañana llegamos a Chumphon. Nos hacen bajar del bus. Queda una hora para la salida del ferry, así que tomamos unas galletas, aprovechamos a ir al baño, hablamos con la gente… todos con la mirada en el cielo, ya que el suelo está mojado lo cual no da muchas esperanzas.

A la hora indicada nos ponemos en la cola, pero comunican que el ferry se retrasa una hora. Compramos un cafelito y un chocolate para que la espera se haga más amena, y Katz aprovecha este rato a ordenar la mochila. Una hora después nos montamos en el ferry.

Estoy muerta, he dormido fatal. Apenas logro ver a gente de la tripulación repartir bolsas de plástico, cogemos por si acaso. Pero al poco de arrancar me echo sobre el asiento contiguo al mío que está libre y así me quedo dormida.

Cuando me despierto noto muchísimo movimiento del ferry, da unos saltos enormes, y oigo a bastante gente potar. Yo por si acaso no me muevo, que no me estoy mareando. Cuando me incorporo estamos ya casi atracando. Un alto porcentaje de la gente ha echado el desayuno, nosotros vamos bien.

Viajar por libre a Tailandia Katz, Saioa y mochilas en moto, Koh Tao

REGRESO A PURA VIDA

A la salida del ferry gente ofreciendo alojamiento, tuk-tuks… pasamos de largo. Katz se acuerda de por dónde estaba la escuela de buceo de Pura Vida, así que vamos andando.

El cielo está nublado. Llegamos al final de una calle, y hay que girar a mano derecha y subir una cuesta para llegar a la escuela de buceo… Nos toca quitarnos deportivas y ponernos las zapatillas de agua, de la cuesta baja una riada de agua considerable.

Llegamos a la escuela, relleno los datos, me presentan a Jose, mi futuro profe, y saludamos a uno de los propietarios, Óscar. Dejamos allí las mochilas mientras vamos a alquilar la moto. Ya con la moto volvemos a la escuela a coger una de las mochilas. En un rato nos toca volver, yo empiezo hoy con clases teóricas.

Viajar por libre a Tailandia Jose, Xabi, Katz y Saioa, Pura Vida, Koh Tao

PILLAMOS HOTELAZO EN TANOTE

Ahora es momento de buscar el hotel, que está al otro lado de la isla. Con el mapa en mano, y un par de confusiones después, llegamos al hotel. Hacemos el check-in y vamos a la habitación… ¡está genial! Y además de super limpio, el complejo parece muy bonito…

Nos cambiamos de ropa, y con bañador y bikini puestos, montamos de nuevo a la moto. Vuelta para conocer un poco el entorno, compramos unas cosas para picar en un puesto. Una de ellas es una hamburguesa con sólo uno de los panes puestos, rebozada y frita.

Ya en Pura Vida, es momento de empezar las clases teóricas. Katz viene también para así refrescar un poco los datos. Conocemos a la pareja que harán conmigo el curso, María y Xavi, catalanes. Con esta parte del curso acabada, quedamos mañana a las 9 para seguir con la teoría. Me voy con mi libro y unas picaduras de mosquito cortesía de Pura Vida.

Viajar por libre a Tailandia Hotel Montalay Beach Resort, Tanote Bay, Koh Tao

HOY PERDONAMOS EL MASAJE PERO NO LA CENA

Buscamos restaurante para cenar. Un pad-thai y unas crepes de queso y jamonyork es nuestra cena, aparte de una limonada riquísima.

Compras en el super para el desayuno, y con la segunda mochila vamos hacia la moto. Ruta de nuevo al hotel, llegamos ya de noche, así que hago mis deberes y a la cama que hay que descansar.

Llueve. Hoy no hemos tenido tiempo de playa, espero poder ir un rato mañana.

Viajar por libre a Tailandia Katz, Koh Tao Mutenroshi

¿Solo veo yo el parecido? 😅.

DÍA 6: EMPEZAMOS EL BUCEO EN KOH TAO

Aunque me he despertado a ratos oyendo un sapo, he dormido un montón. Ahora sí estoy descansada. ¡Hoy mi primer día de buceo! ¡Qué ganas! Desayunamos, café cortesía del hotel, y pan con pepitas de chocolate del super. Está riquísimo. Cogemos recambio de ropa en la mochila, y a la moto. Hoy no volveremos hasta tarde por aquí.

En Pura Vida, clase teórica de nuevo. Katz viene también. Sobre las 11 acabamos, y quedamos a las 12.30 en el puerto para montar al barco y bucear… ¡Ay qué bien! Jose me pregunta a ver si me mareo, pero como no suelo hacerlo no me da biodramina. María se lleva una pastilla.

Comemos en uno de los puestos, y vamos a la playa que está junto al puerto a hacer tiempo. El cielo está nublado, chispea a ratos, pero la temperatura es buena. A la hora en que hemos quedado vamos al puerto. Jose ya está en el barco, y se juntan a nosotros Xabi y María, preocupados por un perro que les sigue desde que le han dado de comer, y después de conseguir que no se suba al barco, zarpamos.

Viajar por libre a Tailandia Pano, Maria, Xabi, Jose y Saioa, Barco de Pura Vida, Koh Tao

¡Oh, Capitán! ¡Mi Capitán! 🚢.

HORA DE BUCEAR, PRIMEROS PASOS

Subimos arriba con Jose mientras el barco se acerca al lugar de buceo, y nos explica qué vamos a hacer. Hoy tenemos dos inmersiones, y casi todo van a ser ejercicios. Bajamos a cubierta principal, nos ponemos el neopreno, y allí nos explica cómo montar el equipo. Una vez montado, toca ponérselo y al agua. Menos mal porque estoy empezando a marearme.

Lo primero es nadar un rato, para que él vea que aguantamos en el agua y que sabemos nadar. Pero como hay un poco de mar de fondo y resaca, directamente vamos a hacer los ejercicios. Si llegamos hasta allí nadando con los equipos puestos nos da el aprobado de la prueba de natación.

Jose nos explica cómo echarse al agua, me da un poco de impresión, pero tampoco me puedo parar a pensarlo así que… ¡al agua patos! Katz se queda en el barco, él aprovechará a hacer un poco de snorkel.

Nadamos hasta el sitio que ha elegido Jose, con una profundidad de unos 3 metros, y resguardado por unas rocas. Una vez allí, nos ponemos al respirador, nos explica cómo bajar y… para adentro. Los primeros ejercicios un poco chorrada pero difíciles para nosotros novatillos. Que si ponte de pies, de rodillas, quítate el respirador y póntelo después de buscarlo…

Todos los ejercicios uno a uno y animándonos mutuamente. Siguiente, mover las gafas para que nos entre un poco de agua y vaciarlas. Cuesta un poco, pero a Xabi le sale casi a la primera. María se agobia y sube a superficie, Jose nos hace señas para que subamos todos.

Viajar por libre a Tailandia Jose y Saioa, Primer salto de buceo, Barco de Pura Vida, Koh Tao

MAREOS Y NERVIOS DE PRINCIPIANTE

Arriba, mientras Jose habla con María para tranquilizarla, yo me aparto un poco y devuelvo. Me quedo bien agustito. Bajamos de nuevo y lo vuelve a intentar, pero vuelve a subir. Así tres veces, hasta que ella dice que quiere irse al barco, que lo deja por el momento.

Así que subimos a superficie, y nadando todos nos acercamos al barco. Mientras María sube, yo vuelvo a potar. ¡Qué mareo! Volvemos al sitio en que estábamos, y ahora me toca hacer a mi el ejercicio. Me cuesta bastante expulsar el agua, pero lo consigo.

Cuando aún estoy con la alegría en el cuerpo, Jose nos enseña nuestro siguiente ejercicio… quitarse completamente las gafas y ponérselas dentro del agua, sacando todo el agua de dentro… ¡Prueba conseguida! Los dos lo hacemos, así que después de un par de ejercicios más… hay que volver al barco.

Pero esta vez volvemos buceando… ¡Increíble la experiencia de subir y bajar según respiras, parece mentira! Vamos un poco patos pero llevamos una cara de contentos… Antes de subir al barco, devuelvo de nuevo… ¡Vaya día!

Me cuesta subir al barco por la escalerilla con todo el equipo, pesa bastante, pero ahí está el capi y su mujer para ayudar.

Viajar por libre a Tailandia Tanote Bay, Koh Tao

CENA Y A DORMIR

A las 6 llegamos a puerto, nos despedimos hasta mañana y Katz y yo nos vamos a dar una vuelta. Pasamos por la playa, y después del super vamos al restaurante que conocía Katz, y pedimos cena para llevar.

Vamos al hotel de noche, pero Katz maneja bien la moto. Yo de paquete con nuestra bolsa con la cena. Cenamos, hago deberes, y caigo redonda. Estoy muy cansada.

Viajar por libre a Tailandia Saioa, Puesto para cenar, Koh Tao

Puesto de fritos y rebozados en Koh Tao 🍤.

DÍA 7: INTENSO DÍA DE BUCEOS EN KOH TAO

Nos levantamos, desayunamos, y de nuevo en moto hacia Pura Vida. Último día de teoría para mi. Katz hace hoy el curso de Refresh. Última hora y poco de teoría, cuando salgo a Katz aún le queda un rato, así que me voy paseando un rato hacia la zona que aún no habíamos ido.

Da gusto, un momento de tranquilidad, llevamos un par de días en la isla y ni hemos visto la playa del hotel. Ficho un par de locales para masajes, y vuelvo hacia Pura Vida. Yo ya estoy con miedo de marearme en el barco, y Jose me da biodraminas para hoy y el resto de los días.

Al poco sale Katz, damos una vuelta y comemos un poco antes de ir al puerto. Ya no sé si es sugestión o qué, pero me estoy empezando a marear sin subirme al barco. Nada más subirnos al barco y arrancar, voy muy mareada. En cuanto se detiene, vomito.

Viajar por libre a Tailandia Saioa, Buceo en Koh Tao

HOY DOBLETE: CENA Y MASAJES

Ya mejor, preparo todo y al agua. Hoy hacemos dos inmersiones. Katz está encantado, con el buceo y con su profe, muy majo él. Cuando llegamos a puerto, dejamos nuestras bolsas en el barco. Mañana nos toca madrugar así que nuestros equipos duermen allí.

Quedamos con Xabi y María, y nos juntamos para ir a cenar. Vamos al restaurante donde pedimos la cena ayer. Un montón de mosquitos, nos tenemos que echar muchísimo repelente. Cuando acabamos nos vamos con ellos a un local de masajes que conocen.

Masaje de aceite. ¡Mierda! El aceite es de coco… El masaje de aceite está bien, pero prefiero la dureza de los masajes tailandeses. Poco más que hacer con este cansancio, así que nos despedimos. Después de pasar de nuevo por el súper, nos vamos al hotel que hay que madrugar. Deberes y repaso, y a dormir.

Viajar por libre a Tailandia Maria, Xabi, Katz y Saioa, Cena, Koh Tao

DÍA 8: TÍTULO DE BUCEO OPEN WATER EN KOH TAO

Hoy “madrugón”, a las 8 hemos quedado en el barco. Así que desayuno no tan abundante como otros días, moto y al tajo. Hoy se supone que me saco el título de Open Water después de hacer dos inmersiones y un examen…

Consigo no marearme en el barco… ¡bien! Las inmersiones geniales, pasamos por algún arco y hacemos parada obligatoria de seguridad. De vuelta al puerto, decidimos hacer el examen seguido, así que vamos hacia la escuela.

Hacemos el examen sentados al sol en los bancos y mesas de fuera, con todos fumando a nuestro alrededor, y poniendo en común nuestros conocimientos… Jose corrige el exámen y… ¡conseguido! ¡Ya somos Open Water!

Viajar por libre a Tailandia Barco Pura Vida, Koh Tao

SNORKEL EN SAIREE BEACH

Mañana empiezo el curso de Advanced con Katz, tengo ganas la verdad. María pasa de volver a intentarlo y Xavi, como le duelen los oídos, decide dejar este curso para más adelante. Así que seremos Katz y yo solos haciendo el curso con Jose.

Pero de momento hoy tenemos el resto del día libre. Ni me lo creo. Lo primero, a comer algo. Vemos un mini chuchín que tienen los dueños de un bar cercano. De aquí a la playa de Mae Had. Katz estuvo el otro día aquí mientras yo daba las clases teóricas. Vio un pecio, y quiere enseñármelo.

Así que un chapuzón haciendo snorkel, y a nuestro hotel, donde vemos por primera vez la playa y la disfrutamos un poco. Al sol es horrible, no hay quién aguante, así que nos ponemos en unas sillas a la sombra. A nuestro lado hay un árbol lleno de mariposas blancas.

Viajar por libre a Tailandia Tanote Bay, Koh Tao

SEGUIMOS EN RACHA CON LOS MASAJES

Después de vaguear intentando echar la siesta y haciendo snorkel, nos damos una buena ducha y nos cambiamos de ropa. Nos vamos al otro lado de la isla de nuevo, y decidimos ir al masaje primero y después a cenar. Hay muchos mosquitos, pero no encontramos el antimosquitos. Creo que nos lo olvidamos ayer en el restaurante.

Vamos al mismo local que ayer para darnos un masaje. Un gustazo, pero sigo teniendo como números uno a los de Sukhothai y Ayuthaya. Un té para finalizar, y ya listos para seguir con el día.

Pasamos por el restaurante y pedimos de nuevo cena para llevar. Yo sigo con mi pad-thai, y Katz se atreve con mezcla de verduras. De paso preguntamos si han encontrado el antimosquitos… ¡y ahí lo tienen! ¡Estupendo! Compras en el super de nuevo, y a la moto.

Viajar por libre a Tailandia Katz, Perrito, Koh Tao

El mini chuchín 🐶.

SERPIENTE EN EL CAMINO

En el trayecto en moto al hotel, al dar una curva Katz frena de golpe… ¡en medio de nuestro carril hay una serpiente enorme! Y cuando, montados aún en la moto, nos acercamos un poco más para verla bien… ¡hace el amago de venir hacia nosotros! Así que Katz echa la moto hacia atrás. Nos quedamos mirándola hasta que desaparece.

En el hotel Katz va a avisar de que nos quedamos una noche más, y no hay disponibilidad. Mañana pensaremos qué hacer. En la cama, pequeñas cagadas de geco. Que por cierto, los ruidos que yo creía que eran de un sapo… ¡son suyos! Cena, y hasta mañana.

Viajar por libre a Tailandia Sapo, Koh Tao

A falta de foto de la serpiente dejamos a HIPNOSAPO 🐸.

DÍA 9: A POR EL ADVANCED OPEN WATER EN KOH TAO

Hoy nos levantamos sin prisa, hasta las 12 no tenemos buceo. Vamos un ratito a la playa, Katz aprovecha a meterse un poco al agua para despedirnos de nuestro hotel y su playa.

Para esta noche decidimos buscar algo cerca de Pura Vida, total mañana hay que madrugar así que no vamos a estar mucho en el hotel. Preguntamos en Mr J, un hotel cerca de Pura Vida, y cogemos una habitación barata para esa noche.

Dejamos las mochilas allí y nos vamos al curso. Breve explicación del “ordenador” de buceo, y quedamos en el puerto. Primera inmersión juntos superada, aunque con problemas en el oído de Katz.

A las 6 de la tarde volvemos al barco y hacemos la inmersión nocturna. ¡Qué pasada! Me ha encantado, se ve todo muy diferente.

Viajar por libre a Tailandia Cabañas de Mister J Mr J y Katz, Koh Tao

UN CLÁSICO: MASAJE Y CENA

Ya de vuelta a tierra firme, vamos al masaje. Y después del masaje, hoy decidimos cenar en el puesto del otro día, unos bocatas muy ricos.

Una vez en el hotel, a descansar. Katz va a pedir unas sábanas encimeras porque sólo hay bajeras y le dan dos mantas… que no vienen tan mal jeje

Viajar por libre a Tailandia Pez mariposa, Tanote Bay, Koh Tao

DÍA 10: FIN DEL BUCEO Y VIAJE DE KOH TAO A CHUMPHON

¡Y madrugón al canto! Tenemos dos inmersiones por la mañana y acabamos ya los cursos. El tiempo es inestable, así que no sabemos muy bien qué hacer con el resto de los días.

Viajar por libre a Tailandia Barcos de pesca y buceo en Koh Tao

Lo primero, ir al puerto, y desayunar en el barco unos churros que llevan los profes mientras llegamos a la zona de inmersión, hoy toca pecio. Además, Jose nos enseña un paquete de patatas rojo que ha traído para bajarlo con nosotros y ver cómo cambian los colores bajo el mar. El paquete a más de 15 metros de profundidad se ve marrón.

A las 11 estamos de vuelta en el puerto. De camino preguntamos a Mr J por los ferrys para ir a tierra firme. Hoy no hace muy bueno, y a partir de mañana han dado de nuevo mal tiempo, así que mejor aseguramos el irnos antes de que cancelen ferrys.

Compramos el billete para hoy a las 3 del mediodía, y nos vamos a Pura Vida. Camisetas de regalo, foto, y nos despedimos de todos. Nos toca irnos ya. Cerca nos encontramos con Xavi y María (y su perro, que no se lo quitan de encima), han alquilado moto también.

Viajar por libre a Tailandia Tanote Bay, Koh Tao

ÚLTIMO SNORKEL EN TANOTE BAY

Les comentamos que nos vamos, y proponemos el ir a darnos el último baño a Tanote. Aceptan, así que ahí que vamos… con el perro siguiéndonos y ellos muertos de miedo porque le pueda pasar algo. Al final tenemos que parar. Ellos van a un sitio a comprarle una correa, y mientras nosotros aprovechamos a comprar un pincho de pollo rebozado y una salchicha-chorizo, que está malísima (muy especiada) y se la acaba comiendo el perro. Al final le dejan atado junto al puesto de comida para que no nos siga y le dicen a la chica que luego se pasan a por él.

Aparcamos en el hotel donde hemos estado alojados hasta ayer. No hay mucho tiempo, así que… ¡al agua a snorkelear! Nos pasamos un ratazo por ahí viendo peces, y yo grabando y haciendo fotos por primera vez con la cámara acuática.

Viajar por libre a Tailandia Tanote Bay, Koh Tao

TESOROS EN LA PLAYA

Cuando me dirijo a la orilla para salir del agua, veo que Katz está justo delante mío y bucea para coger algo. Creo que es un tubo de snorkel de silicona flexible como el que nos ha enseñado Jose, y pienso… ¡Qué bien! Tubo nuevo. Pero… ¡es una gopro con su palo selfie! ¡Toma ya!

Quedamos en el muelle para comer los cuatro juntos. Nosotros nos vamos al hotel a por las mochilas, y con todo encima nos vamos al muelle, donde yo me quedo con todo y Katz va a devolver la moto.

Viajar por libre a Tailandia Tanote Bay, Koh Tao

Esperando a Katz, me fijo en la gente que hay por allí para irse de Koh Tao. ¡Flipo! ¡Veo a un asiático que vi en los controles de seguridad del aeropuerto de Shanghai! Al cabo de un rato Katz sigue sin aparecer, y María llega por allí preocupada porque ha “perdido” a Xavi y no le encuentra.

Le digo que espere conmigo, que no tardará en llegar, pero está nerviosa y pronto se va a buscarle. Unos 10 minutos después aparecen todos juntos, Katz con crepe de salchichas ya que se ha hecho tarde y hay que embarcar, así que comeremos en el ferry.

Después de comer, subimos a la cubierta de arriba. Con el solecito me tumbo en uno de los bancos y me echo una siesta, Katz hace lo mismo en el suelo. Cuando llegamos al puerto de Chumphon no hay taxis ni tuk-tuks ni nada para poder ir al centro.

Viajar por libre a Tailandia, Koh Tao

Último vistazo a Koh Tao saliendo hacia Chumphon ⬆.

SUERTE DE HOTEL EN CHUMPHON

Así que no nos queda otra que coger a la compañía de ferrys el servicio de traslado al centro de Chumphon. Lo bueno es que van dejando en los hoteles y así vamos viendo qué hoteles hay. Paramos primero en el de unos chicos franceses que van con sus dos niñas. El hotel está frente a una playa y tiene buena pinta, Katz baja a preguntar pero nos parece caro, así que seguimos.

Como antes Katz ha mirado por internet alojamientos en Chumphon, le enseña al conductor uno que nos ha gustado y nos deja en él. Son unas cabañas de madera a unos 15 minutos del centro, están genial, y la familia que nos atiende es muy simpática.

Ella nos saca unas fotos con la cabaña para colgarlas en internet. Dejamos las mochilas en la cabaña, mientras ellos la ponen sábanas y la limpian, y nos vamos al centro de Chumphon. Vamos hacia la estación de tren, a ver si encontramos una oficina turística para preguntar qué se puede ver en los alrededores.

En la estación de tren hay un plano donde muestra algún parque natural cercano, pero casi nada de información. Enfrente vemos una oficina de información, pero la chica apenas nos cuenta nada y nos da un folleto con una cara excursión organizada en barco.

Viajar por libre a Tailandia Hotel de Chumphon

CONOCIENDO CHUMPHON

Andamos sin rumbo fijo hasta pasar por una calle donde están montando un montón de puestos. Son de comida, es el mercado nocturno de Chumphon, con un montón de puestos de diferentes cosas: licuados, zumos, dulces, frutas, salchichas, pollo, pad-thai o pescado. Mirando tiendas damos con una en la que tienen unos pantalones que me gustan mucho. Acabo comprando tres pantalones, dos para mi y otro para mi hermana. ¡Qué bonitos!

Ya son casi las 9, y no nos apetece mucho comida thai. Así que justo antes de que cierren, cogemos en una pizzeria del centro comercial una pizza para los dos. La comemos fuera sentados en unas escaleras. Está buenísima.

Parada en el Seven Eleven de Chumphon, donde al final compramos lo de siempre: un pan de chocolate con pepitas de chocolate y unos bollos para desayunar, pero más barato que en Koh Tao. De aquí al hotel andando, ya es noche cerrada y tampoco hay mucho más que hacer.

CONOCIENDO CHUMPON Saioa, Puesto de limonadas, Tailandia

DÍA 11: EXPLORANDO CHUMPHON Y SU PARQUE NACIONAL

Nos levantamos y… ¡a desayunar! Tenemos un hervidor de agua, así que desayunamos en el porche las cosas que compramos ayer. Preparamos una mochila y nos dirigimos a la estación de tren, a ver si encontramos algún tuk-tuk que nos lleve a la zona de playa.

Junto a la estación de tren hay varios puestos, entre ellos uno vende el durian. Como la fama es que está muy rico pero huele fatal, compramos un poco para probarlo. No me parece que huela tan mal, pero el sabor tampoco es impresionante.

Preguntamos a los chicos del puesto dónde encontrar un tuk-tuk. Nos hacen señas pero no nos entendemos, así que seguimos andando. Al rato, un tuk-tuk se detiene junto a nosotros. Llegamos a un acuerdo para que nos haga de taxista durante todo el día, llevándonos al Parque Nacional y después a la playa.

Viajar por libre a Tailandia Katz, Mu Ko N.P. Chumphon

PARQUE NACIONAL DE MU KO CHUMPHON

Montamos en el tuk-tuk y salimos de Chumphon. Nos deja en la ventanilla de compra de entradas del Parque Nacional, nos atienden dos chicas que no hablan nada de inglés, así que con la ayuda de nuestro conductor nos vamos entendiendo.

Hay pasarelas de madera entre manglares, pero algunas de las zonas están cortadas. Por ello nos pensamos el entrar, pero nos dejan las dos entradas al precio de una incluyendo un paseo en kayak, así que ahí vamos. El paseo corto entre los manglares, pero está chulo.

Andando sobre estas pasarelas de madera, me llevo un susto, ya que veo algo moverse delante mío… ¡Es una serpiente que se va rápidamente! Aprovechamos a ir al baño y luego nos montamos en el kayak. Acabamos pronto el paseo (más bien nos cansamos ya que las vistas son muy parecidas).

Viajar por libre a Tailandia Katz y Saioa, Kayak, Mu Ko N.P. Chumphon

SAIREE BEACH DE CHUMPHON

Le pedimos al conductor del tuk-tuk que nos lleve a una playa chula. Nos lleva a Sairee Beach, donde nos deja y quedamos con él al cabo de unas horas. El día está nublado, pero algo se nos ocurrirá. Vamos hacia un extremo de la playa, junto a un pequeño altar me tumbo, mientras Katz va a ver qué hay más allá.

Le veo acercarse a un pequeño bote y quedarse de charla con el chico. El chico es de Jordania, y la mujer vive aquí, la ha venido a visitar. Le ha dicho a Katz que más tarde probablemente salga con el bote hacia alguna de las islas que tenemos enfrente ¡así que si estamos por allí atentos quizás nos lleve! ¡A ver si hay suerte!

Paseamos a la zona derecha de la playa: es más bonita, sin edificios, y el único hotel que parece haber está abandonado. Encontramos una medusa gigante en la arena. Un bañito estupendo en el agua caliente, y cuando nos estamos marchando de la playa vemos una libélula.

Viajar por libre a Tailandia Sairee Beach Chumpon

DE PASEO SIN RUMBO

Vamos hacia el lado izquierdo de la playa, por donde nos ha dejado antes el tuk-tuk. Hay bares y restaurantes, donde tomamos una cervecita. En las duchas de la playa nos limpiamos un poco, y vemos una mariposa naranja preciosa.

Continuamos el camino, ya que el chico del bote viene a decirnos que el tiempo se ha puesto demasiado malo y finalmente no va a salir. Pero quedamos para mañana a primera hora, en que si hace bueno nos lleva y nos deja allí unas horas a nosotros.

Al final de la playa, hay unos templos y se oyen como unos petardos. Damos un paseo por allí, y de vuelta al tuk-tuk. Ya en Chumphon, nos deja en el centro para cenar por allí. Quedamos con él mañana a primera hora en el hotel para que nos lleve de nuevo a la playa.

Lo primero que hacemos en acercarnos a la estación de trenes, y comprar el billete de tren de mañana por la noche hasta Bangkok. La chica nos da a elegir literas bajas o altas, le decimos que las que ella crea que son mejor y nos da dos bajas. Mañana veremos a ver qué tal el tren…

Viajar por libre a Tailandia Katz y Saioa, Sairee Beach

EL ATHLETICZALE TAILANDÉS

Entramos en el centro comercial por si vemos algo interesante… ¡Y tanto que vemos! ¡Una tienda de donuts de diferentes sabores y colores! Compramos el desayuno para mañana.

Como ya es la hora de cenar, recorremos los puestos. En el primero, fritos. Picamos una salchicha frita y unos choricillos envueltos en bacon. En otros, Katz se coge un poco de arroz con pollo, y yo un pad-thai que pido para llevar y cenar en el hotel.

En la cabaña me preparo en el banco de nuestro porche para cenar, tengo muchísima hambre. No hay quien lo coma, pica muchísimo. Al final tengo que dejarlo y dárselo al perro. El chico que lleva el hotel viene con su camiseta del Athletic y les saco una foto a Katz y a él juntos. Nos vamos a dormir.

Viajar por libre a Tailandia Katz y dueño htl, Athletic, Chumphon

DÍA 12: LA PLAYA SOLITARIA Y EL TREN DE CHUMPHON A BANGKOK

Desayunamos en el porche nuestra genial compra del día anterior. El tuk-tuk viene a la hora acordada. Dejamos las mochilas en el hotel y volvemos a la playa de ayer, Sairee Beach, a ver si hoy el chico nos puede llevar en bote a algún sitio.

Viajar por libre a Tailandia Katz, Desayunando en el htl de Chumphon

Oso serio para desayunar 🐻.

Cuando llegamos hay un temporal de la pera, hace malísimo y el mar está picado. Además, ha empezado a llover. Esperamos por allí hasta que aparece el chico, pero sólo viene a sacar la lancha del agua ya que han anunciado temporal. Así que con ese tiempo y sin mucho más que poder hacer, decidimos seguir andando la carretera por la que hemos venido en tuk-tuk.

Nos encontramos con un templo muy chulo, que pasamos un rato visitando. Nos sentamos un poquito al cobijo de unos bancos, llueve bastante a ratos. Cuando deja de llover otro ratito, retomamos el paseo por la carretera. El verde de la vegetación es impresionante. Las vacas ni se inmutan con las garzas encima.

Cuando vemos un camino que se mete hacia la derecha, lo cogemos pensando que sale a la playa. Y sí va a una playa, pero no es una playa turística y está muy sucia.

Viajar por libre a Tailandia Katz y Saioa, Playa en Carretera 4098 desde Wat Khet Udomsak, Sairee Beach

¿UNA PLAYA QUE NO TENGA NADA? ¡HECHO!

Continuamos andando un poquito por la playa, y cuando nos cansamos nos metemos por el medio de un hotel para salir de nuevo a la carretera. Localizamos una tienda, donde compramos unos paquetes de patatas y chucherías, y nos sentamos allí mismo a comerlos. El descanso viene genial.

Emprendemos la vuelta y llegamos a Sairee Beach a la hora acordada con el tuk-tuk. Le preguntamos si no hay alguna playa en la que no haya nada, nos mira un poco raro pero nos dice que subamos.

Viajar por libre a Tailandia Katz, Playa Ao Thung Makham

Nos deja en una de las playas más espectaculares que he visto nunca, sin gente y sin ningún servicio (ni hamacas, ni bares, ni restaurantes, ni baños…). Subimos de nuevo al tuk-tuk, y hacemos una parada en un Templo camino de Chumphon. Una vez en Chumphon nos lleva hasta nuestro hotel, donde recogemos las mochilas y nos devuelve al centro.

Viajar por libre a Tailandia Pano, Saioa, Playa Ao Thung Makham

Viajar por libre a Tailandia Wat Tha Yang Nuea

Templo Wat Tha Yang Nuea en Chumphon 🙏.

EL TREN NOCTURNO A BANGKOK

Volvemos al mercado nocturno, donde cenamos unas salchichas y pizza de nuevo. Una vez en la estación, en el andén hay esperando mucha gente.

Se ve gente tailandesa con mantas echadas en el suelo esperando, vendiendo productos, guiris como nosotros con sus mochilas. Cuando llega el tren es difícil saber qué vagón nos corresponde. Pero mientras Katz va hacia un lado yo pregunto a un guardia que veo por allí cerca, y me señala el vagón que tengo justo enfrente.

Aviso a Katz y subimos. ¡Está genial! Super limpio… Y las camas son bastante largas, y cómodas. Con una manta que parece una toalla.

Viajar por libre a Tailandia Saioa, Tren de Chumphon a Bangkok

DÍA 13: BANGKOK, LA CIUDAD DE LOS ÁNGELES

Llegamos a la estación de tren de Bangkok bastante pronto. Montamos en un tuk-tuk, previo acuerdo del precio, y nos deja muy cerquita de nuestro hostel. Tiene muy buena pinta, todo muy nuevo.

Te dan un gorro de baño, jabones, tapones para los oídos,… un montón de chorradas que son bienvenidas. Subimos a la habitación y como hay gente durmiendo intentamos hacer el menor ruido posible. Nos duchamos y preparamos, y nos dicen que podemos desayunar gratis.

Así que subimos a la última planta donde está la sala de desayunos, y nos tomamos café y pan tostado con mantequilla y mermelada, además de unos cereales. Hay que coger energía para el día que nos espera. Comenzamos el día andando hacia el centro de Bangkok. Resulta que los tailandeses la llaman «Krung Thep«, la Ciudad de los Ángeles.

Miramos de vez en cuando el mapa, aunque no nos importa perdernos un poco. Cruzamos unas vías de tren por un paso para peatones que hay por encima, aunque los tailandeses las cruzan directamente por las vías. Justo después de cruzarlo, entramos en una especie de mercadillo cubierto. Ni un guiri.

BANGKOK, LA CIUDAD DE LOS ANGELES BangkokPARTE DEL BANGKOK TAI

Puestos tailandeses, por y para ellos. Pantalones tailandeses para Katz, que aprovecha comprarse varios. El mercadillo da para un rato, está chulo pasear por allí siendo los únicos turistas.

Continuamos la ruta. Cruzamos calles, callejuelas, templos… Adelantamos bicis, tuk-tuks, coches… Una vez llegados al río, bonita panorámica de la zona nueva y sus altos rascacielos. Pasamos junto al templo de Wat Prayoon, pero no entramos.

PARTE DEL BANGKOK TAI Bangkok

WAT ARUN

Cuando llegamos a la zona del Wat Arun, intentamos entrar por uno de sus lados. Hay un montón de monjes. Llegamos a un punto en el que uno de ellos nos para, y nos explica que tienen una reunión en esa zona y no podemos pasar. Así que rodeamos el templo, y entramos por otra de las entradas.

Una pena, la zona principal del templo está andamiada, aunque de cualquier forma subimos hasta donde podemos. Es muy chulo. Bajamos por el otro lado del templo, y vemos los edificios que tiene a ese lado. En uno de los templos, hay un monje rezando. La gente le hace donaciones. Incluso hay una madre que se acerca con el peque y el monje les pone una cuerdecita alrededor de la muñeca a cada uno.

Wat Arun Katz y Saioa, Wat Arun, Bangkok

WAT PHO

Dorados y más dorados. Vamos a esperar el bote para pasar a la otra orilla. Unas vistas muy chulas con los botes típicos. Siguiente templo: Wat Pho. Guardamos las entradas, ya que con ellas regalan una botellita de agua, y entramos en el edificio principal detrás de unos monjes. Aquí está el Buda Reclinado.

Me hacen poner una chaqueta verde para cubrirme los hombros. El Buda es gigante, dorado, pero hay tanta gente que desmerece la visita. Echamos varias fotos cabeza, cuerpo, pies… Y salimos rodeándolo. Una vez fuera de este edificio principal, Katz se va a cambiar las entradas por los botellines.

El día está muy malo, llueve a ratos y es bastante molesto, aunque la temperatura es muy buena. Paseamos por las diferentes partes del templo y también aprovechamos a descansar un ratito en un banco. Katz se desespera porque quiero fotografiar una y mil veces los Budas que hay en diferentes sitios.

Ya cansados de meternos en una y otra sala, todas muy parecidas entre ellas, salimos de este templo. Se ha hecho un poco tarde para entrar en el Gran Palacio, así que esa visita la dejamos para mañana. Rodeando el Gran Palacio, vemos a muchísimos tailandeses vestidos de negro. Nos dan comida gratis como el otro día.

WAT PHO Katz y Saioa, Buda reclinado, Wat Pho, Bangkok

SIGUEN LOS REGALOS DE «RAMA IX»

Además, vemos una cola en la que están dando algo, así que nos ponemos a ella nosotros también. Nuestra recompensa es, dentro de una bolsa de tela negra: una mascarilla, kleenex, galletas, y un par de frascos con bolitas que no sabemos qué son.

Y aquí empezamos la vuelta a la zona de los centros comerciales. Por el camino, encontramos muchos grafitis. Vamos al centro comercial MBK, y damos unas vueltas por allí a ver si hay algo interesante.

Como es la hora de cenar y no hemos parado en todo el día, miramos los diferentes sitios para cenar, pero ninguno nos convence. Al final, y casi casi apurando la hora de cierre, nos metemos en The Pizza Company.

SIGUEN LOS REGALOS DE «RAMA IX» Grafiti, Bangkok

PIZZA Y CAMA

Aprovechamos y preguntamos al chico que nos cobra para qué sirven las bolitas que hay en uno de los estuches. Conseguimos entender que son para comer, no nos fiamos mucho.

De vuelta al hotel, lujazo de cervecita en la azotea, mientras Katz intenta meterse en el jacuzzi sin resultado. Y a dormir, otro lujazo de habitación y de camas, que hoy ha sido un día muy duro.

PIZZA Y CAMA, Saioa, Wat Pho, Bangkok

Katz en 2013 y Saioa en 2016 en una de las puertas de Wat Pho ⏳.

DÍA 14: GRAN PALACIO DE BANGKOK Y FIN DE VIAJE

Nos levantamos muy pronto, hoy toca visitar el Palacio Real. La chica de recepción nos escribe en un papel en tailandés que queremos ir a honrar al rey, para así poder enseñarlo a cualquier persona y que nos ayuden rápido.

Una buena ducha, y subimos a la sala de desayuno. Impresionante desayuno que ofrecen, con zumos, café, pan de diferentes clases para tostar… ¡incluso te hacen huevos o tortilla francesa en el momento!

Dejamos las mochilas preparadas, y nos vamos a patear otro poco. Nos comentaron que los buses son gratis, así que vamos a la parada y cogemos un autobús que nos deja cerca del Palacio Real. Ahí seguimos a la gente que tenemos por delante, y nos ponemos a una cola.

GRAN PALACIO DE BANGKOK Saioa, Palacio Real, Bangkok

HASTA SIEMPRE «RAMA IX», NO TE OLVIDAREMOS

Es muy gracioso, porque hay voluntarios que pasan dando montones de cosas, desde kleenex, toallitas refrescantes, comida dulce y salada, bebida, cremas, esponjas olorosas… Incluso va algún famoso a repartir cosas. La gente nos mira alucinados.

Intentamos hablar con algunos de nuestro alrededor, pero poca gente habla inglés. Finalmente, y después de varias horas esperando, decidimos marcharnos, ya que sino estaríamos aquí todo el día. Nos despedimos de la gente, y nos despiden con una sonrisa en la cara.

GRAN PALACIO DE BANGKOK Katz, Palacio Real, Bangkok

Nos vamos a la entrada principal del Palacio Real y lo visitamos. Impresionante. Varios templos, pinturas, estatuas, todo con colorines y dorados por todos los lados. Después de un rato dando unas cuantas vueltas, decidimos marcharnos ya.

Cogemos de nuevo un autobús hacia la zona cercana al hotel. Gratis de nuevo. Desde aquí cogemos el metro para ir hacia la zona del mercado de Chatuchak. Es una locura de sitio, damos vueltas y más vueltas buscando cosas.

HASTA SIEMPRE «RAMA IX», NO TE OLIDAREMOS Katz, Sairee Beach

COMPRAS «INEVITABLES»

Katz se compra dos camisetas de baloncesto. Yo no veo mucho que me guste, y lo que veo no me vale, son tallas enanas. Compramos unas camisetas que me gustan mucho para la familia de Katz, unos detalles para Cynthia, y yo al final cuando ya casi estábamos saliendo, me compro una mochilita que me gusta mucho.

Aprovechamos a picar en un puesto unos trozos de pan a la plancha, uno con aceite y ajo, otro de pizza y otro con chocolate para el postre. De beber zumo de naranja. Vuelta al metro y a la zona de los centros comerciales. Primera parada, el centro comercial de ayer, donde compramos mochila, bañadores, pareos…

En el Centro Comercial de Tecnología, escaleras para arriba, escaleras para abajo, al final nos vamos con un móvil. Cuando salimos ya es de noche.

THE PIZZA COMPANY NUESTRA ZONA DE CONFORT Saioa, Árbol de Navidad, Bangkok

THE PIZZA COMPANY: NUESTRA ZONA DE CONFORT

Así que con poco más que hacer, paramos en The Pizza Company y nos compramos una pizza de la rica para despedirnos de Tailandia. Nos la llevamos al hotel y la comemos sentados en la azotea con una cerveza. Es pronto, pero como no tenemos ya nada más que hacer, cogemos nuestras mochilas y nos vamos hacia el aeropuerto.

En la cola para sacar la tarjeta de embarque, Katz entabla conversación con un chico de Sudáfrica. Yo mientras estoy hablando con Xavi y María, que se han tenido que ir de Koh Tao de lo malo que hace. No han vuelto a ver el sol desde que nosotros nos fuimos.

Pasamos los controles, y directos a la puerta de embarque con carreras de carrito de equipaje incluidas. En el avión me duermo a ratos, pero no todo lo que quisiera. Se ve el puente Hong Kong-Zhuhai-Macao desde el avión.

Katz y Saioa, Palacio Real, Bangkok

CAFÉ DE STARBUCKS GRATIS

En Shanghai, varias horas de espera en las que me tumbo sobre varios asientos e intento dormir, pero imposible. Desayunamos un café gracias a Starbucks. Katz les va a pedir un vaso de agua caliente y se lo dan, así que nos hacemos un café con los sobres de café soluble que tenemos.

La vuelta en el avión es dura, intentamos dormir, pero no hay forma. Ganar de nuevo el Tetris hace más amenas las horas de vuelo :). Cuando llegamos a Madrid, recogemos el coche de alquiler y a nuestro pasajero. Me toca conducir las primeras horas, cuesta con el sueño y el cansancio que traemos de todo el viaje.

Finalmente ya llegamos a Bilbao sobre las 23, con ganas de meternos en la cama y dormir. Ha sido un viaje interesante, y exprimido a tope.

COMPRAS «INEVITABLES» Katz y Saioa, Wat Pho, Bangkok

Kop Kung Ka 🙏🏽.

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